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Hoy vamos a analizar cuál es el factor clave del liderazgo.
Históricamente los líderes han obtenido su poder de alguna de las siguientes 4 fuentes:
- Jerarquía: El título de mi tarjeta o de mi posición en el organigrama denota mi poder. Si dice Director Financiero, entonces todos los títulos inferiores deben hacer lo que solicito. Este es el enfoque básico de las legiones romanas y de las estructuras militares: los capitanes no discuten al general.
- La capacidad para premiar y castigar. Suele estar directamente correlacionado con la jerarquía pero a veces no. Si un manager de otro departamento, o un cliente, o un superior al que no reporto tiene la capacidad de darme o retirarme dinero, puestos de trabajo, reconocimiento, libertad, visibilidad, crédito etc. perfectamente puedo inclinarme hacia sus demandas.
- Experiencia: Sigo a un líder cuyas competencias e información son cruciales y exceden a las mías.
- Respeto innato o “autoridad referente”, que significa que yo te sigo porque creo en ti. Es decir, te respeto, confío y creo que tus decisiones son tomadas objetivamente y de manera justa para todos nosotros. Es un tipo de liderazgo carismático según el cual yo no necesito evaluar detenidamente los elementos porque, si tú decides algo, es suficientemente bueno para mí. Irónicamente podemos completar el círculo volviendo al simil militar, cuando los soldados cargan contra el fuego enemigo, no porque el general ordene la carga, sino porque el general LIDERA la carga. Los antiguos líderes espartanos siempre peleaban a la cabeza de sus tropas, en las posiciones más peligrosas y expuestas.
El trabajo de mejora del liderazgo se basa en imbuir a los jefes con “autoridad referente”. Yo estoy convencido de que la diferencia entre las grandes organizaciones y “las del montón” está casi exclusivamente basada en este factor único.
El liderazgo referente no tiene por qué ser dramático, “caliente y enérgico”, o incluso abiertamente carismático, pero todos los buenos líderes están embebidos de valores claros y, sobre todo, PREDICAN CON EL EJEMPLO.
Se habla mucho sobre los “estilos de liderazgo” (coercitivo, orientativo, afiliativo, participativo, imitativo, capacitador), pero la clave no está en perfeccionar un determinado “estilo perfecto”, sino el ser capaz de aplicar uno u otro dependiendo de la situación. Se trata de que un líder disponga de un “rango factible” de comportamientos que le permitan el mejor resultado en cada caso. No un “estilo”, sino un “rango de estilos”.
Por ello, a la hora del adecuado desarrollo del liderazgo, la necesidad de tener un modelo convincente es de nuevo primordial. El factor clave de liderazgo es la “autoridad referente” (valores sólidos y comportamiento ejemplo) y es el que mejor se consigue a través de un enfoque y un trabajo consistente. Y todo ello teniendo muy en cuenta y entendiendo el contexto (empresa y entorno) en el que debe desarrollarse.
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