Como empresario y líder, con frecuencia te enfrentas a situaciones de alto riesgo.
Cuando careces de un guión claro sobre cómo manejarlas, tus valores centrales constituyen un código de conducta que puede guiarte ante tus decisiones más difíciles.
Pero para poder usarlos de manera efectiva, primero tienes que identificarlos y definirlos.
Comienza con estas seis indicaciones para que vaya surgiendo lo más importante y después busca patrones comunes en tus respuestas, como por ejemplo la generos idad, la ayuda a otros o la generación de confianza.
Reflexiona sobre tus momentos de alta energía. ¿Cuándo te sientes completamente vivo y comprometido? Piensa en momentos fuera del trabajo que te activan potentemente, como ser voluntario, construir una comunidad, resolver problemas complejos, etc.
Recuerda tu mejor trabajo. ¿Qué ocupaciones o roles generaron tu desempeño más potente? ¿Qué valores fueron puestos de manifiesto en esos entornos?
Escucha lo que otros te piden. ¿Para qué tipo de consejos o apoyos te busca la gente con mayor frecuencia? Estos patrones pueden revelar fortalezas vinculadas a tus principios más profundos.
Imagina tu legado. ¿Qué quieres que la gente diga de ti en tu panegírico? ¿Cómo quieres que te recuerden los más cercanos a ti?
Analiza lo que te disgusta. ¿Cuándo te has sentido más incómodo o frustrado? Estos momentos a menuda reflejan una violación de tus valores.
Verbaliza lo que no puedes soportar de los demás. Piensa en comportamientos que te molestan profundamente y que ponen de manifiesto tus líneas rojas.