Cuando las condiciones cambian más rápido de lo que puedes adaptar tu estrategia, la parálisis puede aparecer para quedarse. Los planes pierden relevancia. Las prioridades se enturbian.
Pero quedarse esperando a que la claridad aparezca no es una opción: debes seguir avanzando con firmeza y flexibilidad.
Aquí te dejo algunas ideas para mantener efectiva tu estrategia en tiempos inciertos.
Prioriza el efectivo y la flexibilidad financiera. En medio de las disrupciones, la disponibilidad de caja te ofrece opciones. Mejora la liquidez rápidamente mediante pronósticos más afinados y una gestión agresiva del capital disponible. Analiza las condiciones de pago, ajusta los cobros pendientes y elimina el exceso de inventario.
Reconstruye tu fuerza comercial. Incluso en una recesión, puede haber espacio para crecer. Revisa la cobertura de los clientes, resuelve las brechas de ventas y ajusta tu gasto en marketing. Concéntrate en la retención de clientes identificando los riesgos de rotación y utilizando en lo posible la personalización para mejorar las renovaciones. Elimina a los clientes que te cuestan dinero y redirige los esfuerzos allí donde el ROI es más alto.
Concéntrate en tus clientes más rentables. Cuida a los clientes y segmentos que ofrecen un margen real. El análisis rápido de rentabilidad, incluso si es difícil, te ayudará a proteger y expandir tus relaciones más valiosas. Disponer de esta claridad ayuda a una reasignación de recursos más inteligente bajo presión.
Tómate en serio los riesgos y la ciberseguridad. Ahora es el momento de fortalecer tus defensas. Realiza pruebas de estrés cibernético, audita el riesgo de terceros e instala sistemas de chequeo impulsados por Inteligencia Artificial para la detección temprana de problemas. Cada problema aumenta la exposición, así que cierra las brechas antes de que sea tarde.