Cepsa “desapareció” a finales de 2024 y se convirtió en Moeve. En junio de este año, Repsol ha cambiado su logotipo después de casi 40 años. ¿Moda, estrategia o cambio de cara?
Pero, en cualquier caso, ¿cuántos de vosotros decidís si repostar en una u otra gasolinera, o contratar a una u otra empresa de telefonía, según sean los colores de la empresa o su logotipo?
Generalmente tomamos decisiones basadas en opiniones de otros usuarios y, si son decisiones importantes, según el consejo de amigos y colegas de confianza. ¿Te imaginas que alguien diga “¡Eh, no compres productos de Apple, que su logotipo es una manzana parcialmente comida!”? o “Yo siempre conduzco coches Renault. ¡Es que me encanta lo sexy que es, ah, el rombito!”.
Las decisiones clave generalmente no se toman en función de anuncios en Internet o por publicidad en otros medios. No buscamos dentistas en Google o abogados buscando letreros por las calles de una ciudad.
Las decisiones importantes las tomamos pidiendo consejo a amigos y colegas en los que confiamos. “¿Dónde me recomiendas ir a comer en Sanfermines? O, “¿Qué ruta has seguido para visitar Nueva York?” O, “Cuando estabas buscando colegio para los niños, ¿cuál te gustó más?” (O, si no te fías mucho de ti mismo, sigues “influencers” en Internet, o atiendes las valoraciones y opiniones de otros usuarios para un hotel o restaurante).
Sin embargo, también tomamos decisiones basadas en la conexión emocional con las marcas. ¿De qué otra manera se puede defender la compra de un Rolex de 50.000 € o de un BMW de 150.000€? Sí, es posible que quieras hacer alarde del logotipo de Rolex, pero no compras el BMW sólo porque tiene los rombitos azules en las ruedas.
El futuro de las ventas es el “evangelismo”. Esto no significa dedicarse a patear de ciudad en ciudad como hizo San Pablo. Significa ser capaz de conectar a clientes satisfechos con prospectos (posibles clientes). Significa fomentar que otros difundan el poder del valor diferencial que tú o tus productos aportan. Y, por cierto, esto también ayudará a que los buenos clientes se conviertan en excelentes.
Una marca es qué piensa la gente de ti o de tus productos cuando no estás presente. Y mientras la lógica te hace pensar, la emoción te hace actuar. Si el reloj o el coche te hacen sentirte bien, y tú y otros pueden permitírselos o aspirar a ellos, esas marcas (y todas las demás) están en el camino correcto.
Y si necesitas un cable conector extraño, un grill para asar verduras o el DVD de un concierto, pídeselo a esa empresa del logo de una sonrisa desde la A hasta la Z. Sabes, suelen llevar cosas a casa de la gente de la noche a la mañana…

“Una marca para una empresa es como la reputación para una persona. Ganas la reputación tratando de hacer bien las cosas difíciles.” —Jeff Bezos.
“Las redes sociales están cambiando la forma en que nos comunicamos y la forma en que nos perciben, tanto positiva como negativamente. Cada vez que publicas una foto o actualizas tu estado, estás contribuyendo a tu propia huella digital y a tu marca personal.” —Amy Jo Martin.

