Si estás experimentando con la IA en tu empresa, ten cuidado de no dispersar demasiado tus esfuerzos.
Las implantaciones de IA superficiales y generalizadas pueden generar éxitos a corto plazo, pero rara vez conducen a una ventaja duradera.
Una estrategia más inteligente es centrarse y profundizar en un área específica, utilizando la IA para fortalecer un área de alto impacto que la competencia no pueda copiar fácilmente.
A continuación, te explico cómo.
Identifica la oportunidad más estratégica. Las herramientas de productividad, como los resúmenes de reuniones o los creadores de diapositivas son útiles, pero rara vez generan una ventaja competitiva. Por contra, analiza los procesos clave o las experiencias de los clientes vinculadas a tus fortalezas. Elije un dominio de alto valor, como un producto, servicio o función clave, y rediséñelo con IA.
Concéntrate en áreas de ventaja duradera. Utiliza la IA generativa para mejorar las fortalezas existentes, como los datos propios, el conocimiento del cliente o la escala operativa. De esta manera, cada implantación potencia tu ventaja. Esto podría significar acelerar el trabajo complejo, personalizar el servicio a gran escala o reducir las barreras de acceso.
Elije la secuencia de implantación adecuada. Empezar por optimizar los costes o los resultados en un solo territorio suele ser la mejor manera de conseguir el respaldo de la dirección. Una vez que se consolide el impulso, conviene expandirse a áreas de crecimiento que, si bien tardan más en materializarse, generan un valor aún mayor.
Analiza cómo utilizan la IA tus competidores. Si la IA ayuda a un rival a ofrecer una versión “suficientemente buena” de su oferta, corres el riesgo de perder terreno. Utiliza la IA para ampliar tu ventaja competitiva mejorando continuamente tus operaciones y la atención al cliente.

