Es mejor (y más barato) prevenir que curar.
Deberíamos levantar monumentos para honrar a los desbrozadores del monte, no únicamente a los bomberos.
Es importante poder luchar contra los incendios de manera efectiva, pero más importante tratar de prevenirlos.
Lo mismo es aplicable a cualquier situación. La acción preventiva efectiva ahorra tiempo, dinero, lesiones y reputaciones.