Estas últimas semanas he estado inmerso en un proceso de selección de un directivo para uno de mis clientes.
La mayoría de las empresas ya no piden que los candidatos acompañen sus CV’s con una carta de presentación, pero eso no significa que no debas escribir una. Una carta de presentación bien escrita y bien estructurada puede diferenciarte de la competencia.
Aquí te muestro cómo escribir una que funcione.
Abre con entusiasmo. Comienza con una declaración clara y específica sobre por qué esa oferta te emociona. Los elogios genéricos no sirven, así que menciona la compañía, su misión y la posición específicamente.
Haz la conexión. Vincula tu experiencia directamente con lo que requiere el puesto ofertado. No esperes que el lector o haga: exprésalo de manera clara y concisa (sin repetir tu CV).
Añade tu conexión personal. Si has utilizado los productos de la empresa o sientes un vínculo personal con su misión, dilo. El contexto personal genera credibilidad.
Añade extras relevantes. Destaca tus habilidades especiales, experiencias vividas o valores alineados que te conecten con el puesto o la organización.
Aborda las posibles dudas. Si tu CV tiene brechas, períodos inconexos o un cambio de carrera importante, explica brevemente el contexto. Un tono directo y seguro puede eliminar las dudas.
Termina con impacto. Cualquiera puede trabajar, pero los empleados valorados contribuyen, así que expresa tu interés en contribuir a la misión o al resultado final específico de la compañía (…y no termines diciendo que “te encantaría tener una entrevista”, porque eso ya se sabe de antemano.)
Máxima brevedad. A pesar de que has visto varios puntos posibles a tratar, la brevedad es un punto a favor. Si vas a decir cosas de perogrullo o vas a repetir tu CV, mejor que no escribas la carta.

