Los líderes deben ser absolutamente coherentes en cuanto a sus valores, pero flexibles en cuanto al estilo de liderazgo. La búsqueda de un «estilo perfecto» es una ilusión. Las condiciones y las personas cambian con demasiada frecuencia.
Hoy, hablando de #Liderazgo: NO HAGAS LO QUE OTROS HICIERON; BUSCA LO QUE ELLOS BUSCARON.
En la saga cinematográfica Star Trek, la nave Enterprise tenía la misión de «buscar nuevos mundos». Había pocos precedentes de lo que estaba haciendo, por lo que sus comandantes a menudo crearon alternativas y respuestas a medida que avanzaban. Sin embargo, los objetivos eran claros, los límites éticos estaban establecidos y el «mensaje» de cada comandante fue absolutamente consistente a lo largo del tiempo.
Hace más de trescientos años, el filósofo Matsuo Basho dijo: «No busques seguir los pasos de los hombres de antaño; busca lo que ellos buscaron». Su consejo debería ser seguido por todos los líderes de hoy.
En un episodio anterior te invitaba a identificar a tus héroes y a aprender de ellos, y yo mismo te hablaba de que uno de los que yo admiro fue mi primer jefe. Pero yo soy muy distinto a como era él y nuestro estilo siempre fue diferente.
Por eso, a lo largo de los años he llegado a la conclusión de que no existen estilos de liderazgo «perfectos». En realidad, existen múltiples estilos disponibles para un líder dependiendo de diversas circunstancias:
· la predisposición y preferencia de la persona;
· el entorno;
· la urgencia;
· el propio estilo de los que le rodean;
· el grado de compromiso que se requiere;
· las alternativas disponibles;
· la información disponible, etc.
El estilo no es lo importante, sino por los resultados. No hagas necesariamente lo que otros han hecho antes que tú en circunstancias similares, siempre que los objetivos sean los adecuados. Debes comprender que condiciones y circunstancias diversas pueden requerir estilos diferentes por parte de un mismo líder. Sin embargo, nunca comprometas los valores. El «cómo» es flexible, el «qué» rara vez lo es.
No hay líderes perfectos, sólo personas que intentan, todos los días, dar ejemplo a los demás, guiarlos en la búsqueda de la excelencia y asumir los riesgos que implica la toma de decisiones actual.
Los líderes se atreven a hacer las cosas de manera diferente. Aborrecen el status quo. No copian a los demás, pero sí aprenden de los éxitos y atributos de los demás. No exigen que otros les copien, pero ayudan a otros a aprender de sus experiencias a través de tutorías y siendo accesibles.
A los líderes les preocupa la sustancia, no el estilo; el magro, no la grasa. Ellos buscan conocimiento y aportan sabiduría. Y saben que el mañana es siempre un nuevo día, trayendo consigo nuevos desafíos y la oportunidad de probar nuevos enfoques.
Quizás la prueba final de los líderes sea que todos los días los demás puedan verlos, preparados para la pelea y para seguir adelante.