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Érase una vez en una pequeña empresa agroalimentaria en la que el responsable de comprar las lechugas materia prima necesarias para el procesado y posterior comercialización era aficionado a fumar puros Farias.
Su “Proceso de Compras” consistía en quedar en algún bar de la localidad en cuestión con alguno de sus agricultores conocidos, preguntarle si tenía “buenas lechugas” para cubrir las necesidades del mes siguiente, y a qué precio se las ponía. Después de un par de cafés, cerraban el trato con un apretón de manos… y a esperar a que las lechugas fueran llegando a la fábrica en la cantidad y secuencias pactadas.
Otra cosa sería comprobar si, efectivamente, “estaban buenas”, si llegaban a tiempo, si la cantidad era la necesaria, etc..
Cuando el responsable de Calidad de aquella empresa (o sea, un servidor) le dijo que había que empezar a implantar en su actividad una sistemática predefinida de actuación, el de Compras le dijo: “Tú métete en tu laboratorio, y déjame comprar a mí, que soy quien sabe de eso”.
Mucho ha llovido desde entonces, mucho han cambiado las cosas en nuestras empresas (o deberían haber cambiado), pero la esencia de la compra sigue siendo la misma:
- Tenemos una necesidad.
- Hay que encontrar un proveedor fiable que nos suministre lo que necesitamos, y cerrar un acuerdo con él (cantidades, calidades, suministro, precio).
- Y poner en marcha el sistema para que esos productos/materiales/servicios se pongan a disposición de la empresa en las condiciones estipuladas.
Aunque, lógicamente, llevar todo ese proceso adelante de una manera profesionalizada dista mucho de lo que hacía mi antiguo compañero fumador-de-Farias.
Me propongo darte mi propia visión práctica sobre cómo articular el proceso de Compras aunque alejándome conscientemente de los requisitos legales o normativos.
Mi idea es presentártelo en los términos más sencillos y prácticos que sea capaz, centrado en las necesidades más habituales de las empresas de nuestro sector, y basado en mi propia experiencia.
A partir de ahí sólo será cuestión de afinar estos contenidos a las características particulares de tu situación o a los requisitos de la norma a la que quieras llegar.
Te espero entonces en las próximas entradas del blog.