Con frecuencia suelen preguntarme sobre qué características debe tener un profesional agroalimentario para ser un auténtico directivo.
Y mi respuesta es que se trata de una determinada forma de pensar y de actuar.
No es lo mismo ser jefe de departamento que directivo, incluso aunque tu cargo se denomine “Director… de algo”.
Así que vamos a ver la siguiente característica que te permitirá crecer desde jefe de departamento a directivo.
Hoy: la Toma de Decisiones.
Un auténtico directivo debe ser capaz de tomar decisiones de amplio alcance, y hacerlo bajo la presión propia de esas situaciones.
Hablamos de decisiones firmes ante temas complejos, asumiendo las consecuencias derivadas de las mismas.
De asumir el riesgo y la responsabilidad cuando ha de decidir sin toda la información necesaria, en entornos poco claros y con referencias escasas.
Significa ser seguro y adaptarse al tiempo disponible para tomar la decisión.
Un buen directivo es capaz de identificar, seleccionar y priorizar las variables críticas que afectan a una situación cuando ésta es compleja y cuando la presión es relevante.
Estamos hablando, por tanto, de ser capaz de asumir los riesgos inherentes a situaciones de alta incertidumbre con importantes repercusiones si se comete un error.
Por eso sus elementos de referencia son su experiencia, su conocimiento, sus principios éticos… o su instinto.
Por tanto, sin visión estratégica y sin una comprensión completa del conjunto del negocio y de su entorno será imposible ese “amplio alcance” y esos “temas complejos” de los que te estoy hablando.
Así que voy a dejar que seas tú mismo quien se plantee ejemplos de esos “asuntos complejos” propios de tu empresa agroalimentaria y, si quieres, te invito a reflejarlos en los comentarios y hablamos sobre ello.