Dedica tiempo a observar y a hablar con tus empleados.
Tómate tiempo y observa a tus mejores empleados trabajando.
Puedes aprender mucho y transmitirlo a otros empleados viendo los procesos y prioridades que utilizan las personas exitosas en «tiempo real».
Irónicamente, este tiempo de observación puede ser el más productivo de todos.
Reúnete informalmente en el café o bocadillo y pregunta a los empleados qué se podría hacer para que puedan hacer mejor su trabajo.
Descubrirás que las respuestas reflejan el interés personal individual entrelazado con las necesidades de la empresa.
No tomes notas. Sólo escucha.