No te limites a escuchar sólo a los que te rodean
En la mayoría de las organizaciones existe una tendencia hacia la cautela y el «filtrado» de las malas noticias.
Si bien es admirable tratar de gestionar las quejas y los errores allí donde se escuchan y ocurren, no es admirable en absoluto que la alta dirección no conozca los problemas.
Si nunca escuchas malas noticias, o las malas noticias que escuchas no son excesivamente problemáticas en la mayoría de los casos, puedes apostar que no estás escuchando la verdad sin adulterar.
No debes limitarte a escuchar únicamente informes de tus directivos o empleados inmediatos; no puedes darte el lujo de ver sólo lo que ocurre en tus oficinas.