La auténtica riqueza es el tiempo, no el dinero
Siempre puedo ganar otro euro, pero no puedo “crear” un minuto más.
La auténtica riqueza es el tiempo discrecional (el disponible para hacer lo que yo quiera); el dinero es la “gasolina” para poder permitírmelo.
Demasiadas personas desperdician diariamente su riqueza en cosas diminutas e insignificantes.
Sé generoso con el dinero y egoísta con tu tiempo.