La escucha es un arte perdido, lo que no significa que no pueda ser recuperado de inmediato.
Tenemos que disciplinarnos a nosotros mismos en no hablar continuamente y tenemos que dominar ciertas técnicas para permitir que otros hablen y se expresen fácil y confortablemente.
Hoy, hablando de Comunicación: La técnica “rebote”.
La técnica “rebote” simplemente requiere que repitas la última palabra que la otra persona ha pronunciado (pero sólo cuando te has cerciorado de que no se trata simplemente de una pausa para tomar un respiro).
Es una reacción involuntaria a una señal psicológica para explicar más.
Veamos un ejemplo.
– -“Tenemos un problema gordo, y sólo tú puedes ayudarnos con el contrato con El Corte Inglés”.
-“Ah, ¿el Corte Inglés, eh?”
-“Sí. Estamos teniendo un problema sobre la habitual provisión pre-pago con el departamento financiero.”
-“¡El departamento financiero!”
-“El nuevo director, López, no entiende la especificidad de la cuenta de El Corte Inglés. De hecho, nunca se han reunido”.
-“O sea que, ¿nunca se han reunido?”
-“¡Ah, vale, ya veo por donde vas! Podríamos arreglar una reunión entre López y El Corte Inglés para que cambie de mentalidad. ¡Gracias por la propuesta!”
Bueno, quizás esté exagerando un poco, pero ya lo pillas.
La gente responderá con más indicaciones si les das la oportunidad y sin que tengas que hablar tanto.
Intenta esta técnica con tus subordinados (o clientes): Seguramente te encuentres a ti mismo aliviado de no tener que jugar siempre el papel del “héroe” y recibirás una gran cantidad de información que hará tu trabajo más fácil.