¿Por qué en unas organizaciones los empleados se limitan a fichar, hacer lo que les mandan y a cobrar la nómina a final de mes, y en otras son capaces de “darlo todo” por resolver los problemas, los proyectos y los desafíos de la empresa?
Hoy, en nuestra Guía para una Gestión Poderosa: Las personas se comprometen si quieren hacerlo.
Dice la leyenda que, al principio de su carrera construyendo Microsoft, supuestamente le preguntaron a Bill Gates sobre qué métodos utilizaba para mantener a personas talentosas realizando arduas tareas durante largas horas. «Déjalos solos en una habitación», respondió, «y de vez en cuando abre la puerta y echa un poco de carne cruda». Demasiado simplista para ser verdad.
En un vídeo anterior vimos las razones por las que los enfoques del palo y la zanahoria, la recompensa y el castigo, y el de «colmarlos con dinero» simplemente no son válidos para generar motivación y compromiso a largo plazo.
Y es que la motivación y el compromiso son voluntarios e intrínsecos. Proviene del interior de uno mismo y no pueden ser creados desde una persona hacia otra. Yo no puedo motivarte a ti y tú no puedes motivarme a mí. Por eso deberíamos hablar de automotivación.
En ese sentido, los hechos realmente demuestran lo siguiente:
Las personas están verdaderamente motivadas por una amplia variedad de factores, incluso cuando realizan exactamente los mismos trabajos de la misma manera que los demás.
El dinero no es un motivador, aunque la ausencia del dinero correcto es un gran desmotivador.
Las complejidades y la sofisticación del mundo actual y del lugar de trabajo actual dinamitan los intentos excesivamente simplistas a la hora de conseguir un gran número de personas motivadas.
El entusiasmo natural y una Visión positiva y ambiciosa del proyecto empresarial son muy superiores a cualquier otro intento de tener empleados motivados donde estos rasgos no existen.
La gente no suele abandonar organizaciones: abandona jefes.
Entonces, ¿por qué en unas organizaciones los empleados se limitan a fichar, hacer lo que les mandan y a cobrar la nómina a final de mes, y en otras son capaces de “darlo todo” por resolver los problemas, los proyectos y los desafíos de la empresa?
La clave está en entender que las personas se comprometen cuando hacerlo es lo mejor para ellos. El camino del compromiso es la identificación de los intereses propios del empleado.
Las personas necesitamos tener nuestras necesidades básicas cubiertas, sentirnos seguros, estar informados, ser escuchados, aplicar nuestros conocimientos y adquirir nuevos, trabajar con autonomía, tomar decisiones, aportar iniciativas, ser reconocidos, progresar y hacer carrera profesional. O sea, ser “alguien” en la empresa (y en la sociedad a través de ella) y crecer desarrollando nuestras capacidades.
Por estas razones podemos establecer entornos laborales que sean más propicios para la automotivación y el compromiso, basados en cuatro elementos clave:
1. La ambición del proyecto de empresa.
2. El liderazgo de directivos y mandos como ejemplos de comportamiento
3. El modelo de organización.
4. La comunicación.
Las personas se comprometen porque quieren hacerlo, no porque se vean obligadas o arrastradas. Y lo hacen cuando ven en los problemas y desafíos de la empresa la oportunidad para conseguir sus propios objetivos personales.
No, definitivamente, Bill Gates no construyó Microsoft sólo con unos trozos de carne sin cocinar.