Las preguntas giratorias

Por JOSÉ MARÍA GARRIDO

¿Te gusta lo que hago? ¡Plantéate invitarme a un café! ☕️

Como más de dos tercios de la comunicación va de escuchar, no de hablar, estamos viendo técnicas potentes para animar a otros a hablar.

Pero es que, una de las razones por las que hablamos demasiado es porque nos sentimos preocupados. Por eso estoy seguro de que esta técnica de hoy te va a encantar.

Hoy, hablando de Comunicación: Las preguntas giratorias.

 

Efectivamente, una de las razones por las que hablamos demasiado es porque nos sentimos preocupados. Con frecuencia, cuando se trata de un superior o un cliente, pero a veces incluso por un subordinado.

Oímos preguntas como las que te voy a decir ahora y sentimos que debemos responder en detalle:

• “¿Qué puedes hacer por mí?”

• “¿Cuánto costará esto?”

• “¿Por qué debería elegirte a ti?”

• “¿Cómo nos va a afectar esto en el trabajo?”

• “¿Cuánto tiempo llevará esto?”

• “¿Por qué esto ha ido mal?”

Sentimos preocupación y nos vemos forzados a salir airosos con lógica, excusas, explicaciones, detalles y elegancia. Pero realmente, lo habitual es que no tengamos que hacer nada de eso.

Cuando un cliente, empleado, colega o jefe se acerca a ti de forma agresiva o beligerante y dice “¡¿Qué vas a hacer en relación a esto?!” simplemente responde que estás deseoso de oír todo lo que tenga que decirte para poder determinar qué debería hacerse y qué podéis hacer los dos (o tú solo, o él solo) para resolver la situación.

No te sientas obligado a actuar o a defenderte. Y no te sientas demasiado ansioso para resolver inmediatamente el problema del cliente, ya que los clientes, a pesar del dicho, no siempre tienen razón (…y tampoco el jefe). Tomándote el tiempo para dejar a la otra parte continuar hablando y explicando, y escuchando desapasionadamente los hechos, estarás en una posición ideal para determinar quién debería hacer qué y para quién antes de terminar la discusión. Algunos ejemplos:

“No estoy seguro. ¿Por qué lo preguntas?”

• “Creo que puedo ayudar, pero necesitaré algo más de información.”

• “¿Qué ha ocurrido exactamente como para que preguntes esto?”

• “Entre nosotros, podemos ocuparnos de esto pero, ¿cuáles son los hechos clave que tú conoces y yo no?”

• “¿Por qué has venido a mí con este tema?”

Como ves, las “preguntas giratorias” pueden ser muy valiosas a la hora de salir airoso de una situación complicada.

José María Garrido es profesional agroalimentario, consultor y docente. Después de trabajar 24 años como directivo, en la actualidad ayuda al empresario a aumentar el rendimiento consistente de su organización. Leer más...

{"email":"Email address invalid","url":"Website address invalid","required":"Required field missing"}
>