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El liderazgo para la implantación de la estrategia es como montar en bicicleta.
Hay 10 rasgos de liderazgo de «rueda trasera» y hoy vemos el #13: Desarrollo frente a formación.
El desarrollo de personas es diferente de educar o formar, porque la educación y la formación gira alrededor del presente, mientras que el desarrollo se refiere al futuro, y está relacionado con la preparación que la persona necesita para continuar creciendo y mejorando consistentemente en la misma dirección que evoluciona la organización.
A veces requiere de un cuidadoso toque por parte del líder, porque se consigue mejor a través de feedback uno-a-uno, el mentoring y un soporte en el puesto de trabajo.
Tú no envías a nadie a un cursillo para “ser desarrollado”. Más bien, les ayudas en su desarrollo revisando una decisión que han tomado, sugiriendo cómo debe manejarse una situación difícil, asesorándoles en un tema sensible y, en general, teniendo la puerta abierta cuando te necesitan como caja de resonancia.
Los líderes capaces de desarrollar personas son accesibles, gente con la que otra gente se sienten confortables y seguros. Este es un rasgo de soporte que no todos los jefes poseen, a menudo porque sus personalidades fuertes enmascaran este papel. Sin embargo, esta función de desarrollo de otros determina si tu organización está creando futuros “conductores de locomotoras de vapor” o “pilotos de avión”. Quizás hagas un buen trabajo nutriendo a los primeros, pero es que ya no hay locomotoras de vapor.
Por ejemplo. Las organizaciones actuales hablan en términos de formación y desarrollo pero tratan ambas acciones con una alternativa común, normalmente con formaciones en aula.
Pero el desarrollo es un requisito mucho más profundo y sensible que requiere una atención más fina y personal. Nos desarrollamos para el futuro junto a la evolución de nuestros trabajos y carreras. El líder debe ser sensible a estas necesidades de crecimiento y ayudar a guiarlas en la dirección estratégica adecuada.
Los peores ejemplos que he visto son aquellas organizaciones que eligen a la gente basándose en “sus 10 años de experiencia” u otras medidas cuantitativas similares. Diez años de experiencia en un trabajo normalmente significa que el individuo ha estado funcionando de la misma forma durante 10 años, ha sido formado para hacerlo así y probablemente seguirá repitiendo lo mismo cada año en los siguientes 10 años.
¿Son estos los tipos de gente que quieres promocionar, premiar y que asuman tus posiciones de liderazgo? De hecho, ¿son esos los tipos de gente que quieres en tu empresa para hacer cualquier cosa?
No se trata de “años de experiencia”, sino de resultados obtenidos.
