Liderazgo para implantar la estrategia

Por JOSÉ MARÍA GARRIDO

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El liderazgo para el cambio y la implantación de la visión estratégica tiene dos aspectos: “pull” (atraer) y “push” (impulsar).

El rol “atraer” es el de la persona ejemplar y situada en primera línea. Significa ser una persona firme, siempre accesible, el directivo o manager continuamente visible que ejemplifica el papel y los valores involucrados en la dirección estratégica.

El rol “impulsar” es el del soporte, el agente de cambio cultural y la persona que está entre bambalinas. Este es habitualmente el esfuerzo invisible para modificar e influir en qué y cómo reconocer, dar feedback, retribuir y otros procedimientos del sistema de forma que se apoye la estrategia y los esfuerzos de la gente que se implica en su implantación.

El líder efectivo en el cambio estratégico debería estar activamente involucrado en ambos roles: mostrando visiblemente la dirección mientras silenciosamente asegura los soportes al impulso de la organización.

Podríamos asemejarlo a la diferencia entre la rueda frontal de una bicicleta, que marca la dirección, y la rueda trasera, que proporciona la potencia real.

Como puedes imaginar, disponer de toda la potencia del mundo en la rueda trasera no servirá para nada (o quizás sea peor…) si la rueda delantera no se dirige hacia la meta deseada. Y la más refinada y precisa dirección conseguirá bastante poco si no hay potencia suficiente que te lleve hacia allí.

Hay dos extremos igualmente desasosegantes: estar enfocado en la dirección correcta sin ningún progreso, y estar moviéndote a un ritmo feroz en la dirección equivocada.

Muchas organizaciones asumen inconscientemente esta configuración, que ocurre cuando el mismo líder no asume la responsabilidad para ambas actividades, de marcar la dirección y de soporte al movimiento.

Por tanto, el liderazgo para la implantación de la estrategia requiere un doble papel y requiere técnica, finura y un uso generoso de la intuición y de la emoción.

El liderazgo debería ser un puente efectivo que conecta a la organización actual con su futuro.

En las próximas semanas iremos viendo diez rasgos del liderazgo de “rueda delantera” y otros diez de “rueda trasera”. Cuantos más de ellos puedas dominar, más probable será que te puedas mantener sobre la bicicleta.

Y, como montar en bicicleta, una vez dominados, estos rasgos difícilmente se pierden a pesar el entorno, las condiciones y las personas envueltas.

José María Garrido es profesional agroalimentario, consultor y docente. Después de trabajar 24 años como directivo, en la actualidad ayuda al empresario a aumentar el rendimiento consistente de su organización. Leer más...

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