Pinta una imagen del futuro

Por JOSÉ MARÍA GARRIDO

¿Te gusta lo que hago? ¡Plantéate invitarme a un café! ☕️

Las decisiones de hoy deberían estar guiadas por las necesidades de mañana, no por los hábitos de ayer. ¡Ayuda a tu gente a visualizar el lugar hacia el que se dirige la empresa!

Hoy, hablando de LIDERAZGO: PINTA UNA IMAGEN DEL FUTURO.

 

Las organizaciones ganan o pierden dinero todos los días, no por las decisiones tomadas en las oficinas de los directivos, sino por las miles de decisiones tomadas por los empleados en toda la organización.

Estas decisiones (ofrecer descuentos, aceptar devoluciones, seleccionar proveedores, crear inventarios, etc.) deben tomarse de forma alineada con las que se toman en la oficina de más arriba, al bajar las escaleras, en la planta de fabricación y en todo el país (o en todo el mundo, dependiendo de hasta dónde se extiende la organización).

Idealmente, todos deben mirar la misma imagen del futuro.

El filósofo Santayana definió al fanático como “alguien que pierde de vista el objetivo, y en consecuencia redobla esfuerzos para (no) alcanzarlo”. Es decir, que como decía Séneca, si no conocemos el puerto de llegada, ningún viento es favorable.

Los líderes deben proporcionar una imagen del futuro lo más diáfana posible, clarificando la ambigüedad y pintándola con tanto detalle como sea posible. Esa imagen del futuro se convierte en la plantilla que los empleados pueden usar para guiar su toma de decisiones diaria.

Sin una visión del futuro de la empresa, la gente se centrará en lo que la empresa es hoy. Sus decisiones y acciones perpetuarán el estado de cosas actual o, peor aún, el estado de cosas de ayer.

Por ejemplo, he observado constantemente que las organizaciones realizan un excelente trabajo de capacitación, educación y desarrollo de su gente para satisfacer las necesidades… DEL PASADO, cuando deberían centrarse en las realidades del mañana.

Sí, todo este rato estoy hablando de la palabra mágica: ESTRATEGIA.

Los atributos de una estrategia clara deben incluir:

● Cómo se verá la empresa, estructuralmente.

● Cómo interactuará con sus clientes.

● Cuáles serán sus principales objetivos y medidas de éxito.

● Cómo interactuará internamente.

● Qué medidas de desempeño serán más valoradas.

● Cómo los actores (empleados) pueden contribuir mejor a los objetivos.

En otras palabras:

1. ¿Hacia dónde vamos?

2. ¿Cómo llegaremos allí?

3. ¿Cómo sabremos que estamos progresando? Y…

4. ¿Cuál es nuestro papel durante el viaje?

Pinta con trazos llamativos y colores vivos.

Y si cometes un error, corrígelo. Incluso Da Vinci estaba constantemente mejorando lo que había en su lienzo.

José María Garrido es profesional agroalimentario, consultor y docente. Después de trabajar 24 años como directivo, en la actualidad ayuda al empresario a aumentar el rendimiento consistente de su organización. Leer más...

{"email":"Email address invalid","url":"Website address invalid","required":"Required field missing"}
>