Por José María Garrido

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Formular la estrategia significa decidir y hacerse responsable de hacia dónde vamos a encaminar el proyecto empresarial (cómo vamos a hacer cambiar la empresa) hacia el futuro.

La volatilidad y la incertidumbre actuales hacen difícil averiguar cómo serán los entornos en los que se deberán mover las empresas, pero creo que hoy hay una serie de signos y patrones que, sin tener una “bola de cristal”, nos permite distinguir unas tendencias que, muy posiblemente, se acentuarán en los próximos tiempos.

Hoy voy a atreverme a hacer una serie de predicciones que cualquier estrategia a largo plazo debería considerar. Con esto no “garantizo” que todo se cumplirá, pero sí te garantizo que deberías pensar en ello detenidamente. Incluso más allá de lo que durará tu café de este lunes.

El Covid permanecerá con nosotros durante muchos años en diferentes variantes y se le unirán más epidemias que pudieran convertirse en pandemias. Necesitamos acciones más rápidas en términos de salud, continuidad del negocio y contingencias de personal tan pronto como se identifiquen. No podemos limitarnos a esperar a las decisiones políticas.

Cualquier movimiento social que pretenda triunfar a expensas de otros y/o menosprecie o culpabilice a los anteriores no es legítimo. Que un sesgo reemplace a otro no es progreso. El progreso se produce con tolerancia y con perdón.

Tal y como demuestran las opiniones y testimonios que pueblan Internet, el futuro de las ventas es la evangelización por parte de los clientes. El cliente compra y después “vende” a otros mediante su apoyo a los productos y servicios de una organización. La clave para la organización es crear estas dinámicas.

En la misma línea, las fuentes más efectivas de nuevos talentos serán los empleados actuales que se convierten en embajadores de la empresa a través del networking y las plataformas y redes sociales. Esto significa que los empleados deben sentirse felices, encontrar un lugar de trabajo positivo y de apoyo, y citar a la organización como un “ambiente maravilloso”.

El nuevo reinado del talento sobre a las organizaciones ya está emergiendo. Los empleados con talento, no las empresas, son los que tendrán “la sartén por el mango”. El colectivo de empleados se dividirá entre “talento residente” (plenamente empleado por la organización) y “talento transitorio” (que va y viene según las necesidades del proyecto y las condiciones económicas). Estos últimos tendrán fuentes independientes de prestaciones de salud y recursos de jubilación. Lo que ahora es RR.HH. se convertirá en «buscadores de talentos» que prospectan y adquieren talento basándose en la estrategia y en decisiones e iniciativas ejecutivas.

Los «paquetes retributivos» para el “talento residente” se basarán en sus capacidades, no en una categorización arbitraria por parte del contratante. Las variables de dichos paquetes incluirán la voluntad de viajar o no, la remuneración, los beneficios, las oportunidades de desarrollo, las vacaciones, las licencias familiares, la gestión o no de otros empleados, la presencialidad o el trabajo híbrido, etc. El talento clave podrá «diseñar a la carta” su propia relación con la organización.

Irónicamente, las organizaciones se fortalecerán a través de la simplicidad y la claridad, no de la complejidad y la opacidad.

Los problemas de la cadena de suministro, las tensiones globales, los desastres naturales y otros factores obligarán a las organizaciones a diversificar sus fuentes de adquisición de productos y servicios clave o forzarán la creación de estos recursos internamente. Demasiadas organizaciones (y gobiernos, pero esa es otra historia) están a merced de gobiernos inestables o regímenes hostiles, líneas de suministro inseguras, zonas propensas a desastres y/o a incompetencia flagrante. La autosuficiencia obligará y generará inversiones enormes.

Las comunicaciones remotas crecerán, desde reuniones de ventas y marketing hasta grandes conferencias. En las reuniones híbridas cada vez más personas optarán por participar de forma remota. Las empresas más innovadoras pasarán de las llamadas o visitas arcaicas e ineficaces con los clientes a reuniones “online”. Las personas serán móviles, serán rastreadas por cámaras y no estarán fijas en un lugar.

La telesalud ha aumentado la atención y la capacidad de respuesta de los medicamentos para millones de personas, y actualmente se puede comprar y vender un coche “online” a través de plataformas de Internet. Veremos enfoques análogos en una enorme variedad de productos y servicios, incluidos sector inmobiliario, diseño, consultoría, entrenamiento, contabilidad, terapia, entrenamiento físico, educación… o reparación de viviendas.

Las organizaciones buscarán activamente la diversidad de todo tipo (raza, color, historial, “capacidad”, edad, educación, orígenes, género, etc.), no para cumplir con las exigencias legales, sino para mejorar el desempeño. Se reconocerá que la mejor manera de lograr la innovación es a través de opiniones y experiencias diversas, y se buscarán con entusiasmo (no por mandato gubernamental) diversidad para inversores, consejos de administración, ejecutivos, directivos, managers, proveedores o trabajadores de primera línea.

La jubilación quedará relegada a los museos de antropología junto con las puntas de flecha de piedra y las vasijas de barro. Las personas seguirán siendo miembros activos de la sociedad, formalmente a través de organizaciones o informalmente a través de su aportación al entorno social. Esto hará que las personas tengan mejor salud, disminuirá la escasez de mano de obra, creará más mentores para los más jóvenes y mejorará los servicios y la capacidad de respuesta.

Hoy en día, Estados Unidos y Europa están viviendo la mayor transferencia generacional de riqueza de la historia, de decenas de millones de euros/dólares: planes de pensiones que se hacen líquidos, nacidos en los 60 que están pasando al pasivo de las seguridades sociales, etc.

Yo estoy entre los “baby boomers” y mis asesores financieros son de mi misma generación, pero nuestros hijos van a tener una relación muy diferente con todos estos conceptos.

 

“La mejor manera de predecir el futuro es creándolo.” – Peter Drucker.

“Una de las cosas más predecibles de la vida es que habrá cambios. Estás mejor si puedes decir algo en relación con ese cambio. Pero eres un ignorante o un ingenuo si crees que no habrá cambios, los desees o no.” —Julius Erving.

“Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.” – Woody Allen.

José María Garrido es profesional agroalimentario, consultor y docente. Después de trabajar 24 años como directivo, en la actualidad ayuda al empresario a aumentar el rendimiento consistente de su organización. Leer más...

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