Hubo un tiempo en el que todo transcurría dentro de un cierto orden, y las cosas eran más o menos previsibles. Pero se produjo un terremoto. La fecha oficial del cataclismo se sitúa en el 15 de Septiembre de 2008, con la caída de Lehman Brothers, o la quiebra que cambió el mundo.
Hace unos días asistía a la primera reunión plenaria de la Comunidad AEC Calidad. José Manuel Moreno, de Red Eléctrica de España y Presidente de esta magnífica iniciativa de la AEC, sentaba las bases estratégicas de trabajo de la misma sobre una tesis plenamente compartida:
“El Cambio es la única certidumbre que tenemos”
Ante la imposibilidad de imaginarse cómo será la función Calidad a tan sólo 5 años vista, el modelo de trabajo propuesto inicia un camino que dé respuesta a la transformación de la Calidad, pero sin saber con precisión a qué objetivo final llevará.
La reflexión es clara: la única forma de recorrer un camino hacia el futuro es:
- ponerse en marcha,
- y recorrerlo con una actitud abierta y de alerta continua, siendo flexibles para reorientar la dirección de acuerdo con las circunstancias de cada momento.
Cuando intento ponerme en la piel de cualquiera de los empresarios de las 29.000 y pico PYMEs agroalimentarias españolas, no me cabe duda de que deben estar sintiendo un escalofrío ante los cambios radicales que vienen y la incertidumbre que impera hoy en día. A la realidad global/macro en la que ya hoy en día debe moverse cualquier empresa que aspire a tener futuro, se une también su propia situación micro, es decir, los condicionantes que provienen del día a día de su organización y de su modelo de gestión del negocio actual.
La realidad global
Ya nadie discute que estamos inmersos en un nuevo paradigma para el entorno empresarial y laboral que supone, en realidad, un cambio de época. Ya nada será como antes, y el entorno del 2020 es el punto de no retorno.
- 2020: Google estima que entonces casi toda la población mundial estará conectada a Internet; Microsoft dice que, para 2025, 5.000 millones de personas lo estarán a través de dispositivos móviles.
- El 59% de los de los trabajos actuales estarán realizados por software, máquinas o robots en los próximos 20 años (Informe Banco ING).
- La transformación digital desplazará del mercado al 40% de las empresas actuales en los próximos 5 años.
- En 2018 habrá 30 millones de trabajadores en paro que no volverán a conseguir empleo.
- En el 2050, la media de edad de los europeos será de 52 años frente a los 37 actuales.
En el último World Economic Forum (más conocido como Foro de Davos) ya se ha dado carta de naturaleza al concepto 4ª Revolución Industrial. Este video de tan sólo 1:41 encuadra bastante bien el término.
Es decir:
- Se están ya produciendo cambios de una velocidad, a una escala y con una potencia como nunca se habían experimentado antes.
- La interacción entre la nano-tecnología, la neurociencia, la impresión 3D, las redes móviles, la robotización o la digitalización, todo ello en un entorno global, van a crear realidades que son inimaginables previamente.
- Las grandes innovaciones radicales se pueden producir cada pocos años.
- Casi cualquier persona será capaz de crear nuevos productos y servicios más rápido y más barato.
- El acceso a la tecnología se extenderá de manera casi instantánea.
- Los modelos de negocio de todas y cada una de las industrias se van a ver transformados.
¿Tú todavía no te lo crees? Hoy mismo (01/02/2016) he leído este artículo de @elEconomistaes que se titula: “Una empresa japonesa sustituye a todos sus agricultores por robots”. Esa empresa se dedica al cultivo de lechugas…
El hecho de que dé vértigo, no significa que no sea real e inmediato; el hecho de no querer saberlo… no significa que no vaya a ocurrir.
La reacción de los profesionales
Ante una realidad como la anterior, ¿por dónde van las líneas de las características de los profesionales del inmediato futuro? ¿Qué son, cómo son, cómo quieren trabajar?
Millennials
Se estima que en 2030, el 60% de la población activa será de la llamada generación Millennial, con unos parámetros de pensamiento radicalmente diferentes a los actuales.
El diario Expansión recoge sus características esenciales en este artículo titulado, nada menos, “La jornada laboral, una norma que no va con los millennials»:
- Usuarios expertos de la tecnología: nativos digitales
- No tienen interés en ser ‘workaholics’ como los ‘Baby Boomer.’ Demandan un equilibrio entre la diversión y el trabajo.El dinero y los aspectos tangibles son importantes para ellos, pero no tanto como el balance entre vida profesional y personal.
- Idealistas y optimistas. Steve Jobs (Apple) y Mark Zuckerberg (Facebook) son sus héroes emprendedores.
- Se sienten cómodos con un mundo de negocios en constante flujo. El cambio no es algo que se deba gestionar; se trata de un elemento que gustan de saborear.
- Como emprendedores creen que pueden conseguirlo todo. Tienen un punto de narcisismo.
- Los ‘Millennials’ son mucho más abiertos y colaborativos que las generaciones anteriores. La imagen del lobo solitario es anacrónica para ellos. Emprenden sus negocios con socios o con grandes equipos.
- Son partidarios de construir elementos de comunidad en sus nuevos negocios.
- Se identifican como ‘Generación G’ (de generosidad): hacer del mundo un lugar mejor suele ser un elemento determinante en la misión y visión de las compañías que fundan.
Knowmads
Gracias a las nuevas tecnologías (globalización e hiperconectividad), todas las personas del planeta podrán formar parte de la élite del conocimiento. Lo que determine el futuro de una persona no dependerá del entorno de nacimiento, ni de crecimiento, sino de las ganas que cada uno tenga de ascender en el mundo laboral.
En este entorno surgen los trabajadores del conocimiento (know), predispuestos a una movilidad laboral constante (nomad): los knowmads.
Este tipo de profesional se caracteriza por ser:
- innovador,
- imaginativo,
- creativo,
- capaz de trabajar en colaboración con casi cualquier persona, en cualquier momento y lugar.
Porque un knowmad es valorado por su conocimiento personal, lo que le proporciona una ventaja competitiva con respecto a otros trabajadores. A diferencia de los millennials, los knowmads no pertenecen a una generación determinada: se trata más de una mentalidad. No entiende su trabajo como trabajo, entiende lo que hace como un oficio que le gusta, no como un medio para ganar dinero, y lo que hace forma parte de su vida. Busca la satisfacción por encima de todo.
El mercado de trabajo ante estas realidades
¿Qué te preocupa como empresario? Evidentemente, los resultados, que llevados a otros conceptos, serían los siguientes:
- Productividad
- Innovación
- Eficiencia
- Atracción
- Fidelización
Sí, pero, ¿cuáles son las palancas para conseguir todo lo anterior?
- La palanca de la productividad es el Talento. Las personas con más talento, que en los 90 eran un 40-120% más productivas, según Hunter y Schmidt, hoy lo son de 5 a 10 veces más
- La de la innovación es la Felicidad. Las personas más felices son el triple de creativas, según estudios de Sonja Lyubomirsky.
- La palanca de la eficiencia es el Orgullo de pertenencia (el engagement).
- La palanca de la atracción es la Reputación, como imán de talento.
- La palanca de la fidelización es el Liderazgo: el 70% de los profesionales se va de sus jefes.
Las lecciones aprendidas de la pasada crisis, unida al desarrollo de los países emergentes y la también globalización financiera introducen un nuevo matiz (…¿cuántos van ya?) a la nueva realidad descrita anteriormente: el Capital va a ser mucho más abundante que el Talento. En otras palabras: al mismo tiempo que se generarán importantes bolsas de desempleo de trabajadores poco cualificados en todo el mundo, el Talento y el Conocimiento van a ser los elementos escasos de esta nueva era, lo que obligará a las empresas a una competencia radical en busca de los profesionales más cualificados, porque ahí, a la vuelta de la esquina, va a estar una de las claves esenciales de la competitividad.
En un contexto de estas características:
- Las empresas clásicamente tayloristas estarán hipotecando su futuro; las empresas humanistas, que ponen al empleado como centro de su actuación, tienen las de ganar.
- El Talento, entendido como “inteligencia triunfante” según José Antonio Marina, supone poner en valor lo que una persona sabe, quiere y puede (dejo para una reflexión posterior de quién depende todo esto, en realidad).
- El Talento que no se aprecia, se deprecia. Se mueve a través de un Ciclo Estratégico, con tres grandes bloques: atraerlo, desarrollarlo y comprometerlo.
- En un mundo empresarial en el que no hay talento para todos, ser un imán de talento es prioritario para las organizaciones. Quienes lo hagan improvisadamente se quedarán atrás.
- El encaje cultural entre el/la profesional y la cultura y valores de la empresa es un reto para la mayoría de las compañías. Cuando la selección se realiza profesionalmente, un 20% de los nuevos integrantes no encajan a los tres años; si no se hace así, puede llegar al 80% y erosionar todas las iniciativas de transformación cultural.
Pero la gran pregunta es:
¿…están las empresas preparadas para el encaje cultural de los nuevos profesionales (knomads, millennials…), tan radicalmente diferentes a lo conocido hasta hoy?
La situación de la PYME Agroalimentaria
¿Departamentos estanco?
¿Pequeños reinos de Taifas en el interior de la organización?
¿Ausencia de un Modelo de Gestión adecuado?
¿Formas de hacer que son herencia del pasado?
¿Una organización cada vez más difícil de gobernar?
¿Crecimientos rápidos en referencias a fabricar y en personal?
¿Ausencia de un equipo de colaboradores adecuado y solvente?
Y todo ello… en medio de una realidad global tan radical y apabullante.
Mantenerse en la misma posición, sin afrontar estas realidades, es una actitud suicida
Creo que debes ponerte manos a la obra cuanto antes. No querer ver esta realidad no es lo más conveniente para el futuro de tu empresa. La solución es la acción, la acción inmediata.
No puedes cambiar el entorno macro, pero sí puedes actuar para movilizar tu propia realidad empresarial. Porque todo lo anterior puede ser afrontado con éxito, desde tu posición y desde tus circunstancias, con una estrategia y unas acciones de modernización y transformación de tu organización.
Un análisis de tu realidad y de tu entorno, sin perder de vista todos esos elementos globales. El aprovechamiento de las fortalezas que atesoras tú y tu organización, de las oportunidades que están a vuestro alcance; tu preparación y la de tu empresa frente a las amenazas, y un trabajo firme de reducción de debilidades.
En suma, un plan para sacar el máximo rendimiento y la máxima expresión de las posibilidades de tu organización. Y mejor hacerlo hoy que mañana… porque no queda demasiado tiempo.
Sinceramente creo que EL CAMBIO ES LA ÚNICA OPCIÓN.