Por José María Garrido

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España es un país de PYMES (empresas con menos de 250 trabajadores, autónomos incluidos), ya que suponen el 99,8% de las empresas de nuestro país*.

Emplean a más de 8 millones de trabajadores que, sumados a los “autoempleos”, representan el 66% del empleo empresarial total.

Es decir, que las Pymes son, con mucho, los mejores creadores netos de nuevos empleos.

En general y proporcionalmente, las grandes empresas simplemente -y como mucho- reemplazan a las personas, teniendo además a la automatización como regla cada vez en mayor medida.

Sin embargo, el 80% de esas Pymes fracasan, más o menos, en los primeros cinco años. Y el 80% de las supervivientes en los cinco años siguientes.

Haga que sea política y pragmáticamente más probable que estas empresas sobrevivan: eliminando la regulación burocrática y los impuestos excesivos.

Así de sencillo.

Aunque me temo que Ud. está haciendo todo lo contrario.

Veamos.

Para empezar, parece que España no sea país para autónomos: sólo en el pasado mes de enero desaparecían 671… ¡al día! (2022 fue el peor año en pérdidas de autónomos desde 2012). Además, el 33% dicen estar peor que el año anterior, y el 85% confirma que sus gastos han aumentado**.

Pasemos al tema cotizaciones a la SS y “hucha de las pensiones”.

La combinación del nuevo Régimen de Autónomos (“estrenado” el pasado enero) con la reciente reforma de las pensiones y el denominado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) dará como resultado, sin entrar en detalles más concretos, que en 2032 cada autónomo tendrá que aportar 2.500 euros (de media) al año a la hucha de las pensiones.

Un tercio de los ingresos con los que se pretende hacer sostenible el sistema de pensiones correrá a cargo de los autónomos.

 

Esto supone un acumulado de sus aportaciones un 76 % mayor que el actual. Cuando, además, el gasto que generan al cobrar sus prestaciones es mucho menor al de los asalariados, ya que las cantidades que perciben los trabajadores por cuenta propia en pensiones de jubilación y viudedad representan un 14 % del total del sistema público.

Pero dejémonos de cifras y hablemos del valor del emprendimiento.

La iniciativa empresarial es una actividad que, como la creación artística o la investigación científica, da respuesta a esa necesidad tan íntima del Ser Humano que es el descubrimiento. Un descubrimiento continuo de una realidad que, cambiante cada día, te exige templanza, claridad mental, fuerza interior y capacidad de sacrificio.

Detrás de la responsabilidad de la gestión empresarial se encuentra esa satisfacción íntima, a veces de duración frugal, pero realmente intensa, de comprobar cómo tu proyecto va tomando forma; cómo, después de cada acción, conversación, análisis, reunión y decisión, tu construcción va convirtiéndose en algo real, tangible, y que implica, cada vez más y al mismo tiempo, una mayor responsabilidad.

Con los accionistas que han creído en ti, con los clientes que te empiezan a abrir sus puertas, con los empleados y sus familias, que van dependiendo del proyecto. Con el entorno social, que empieza a reconocer tu existencia, con las entidades financieras, tan necesarias para ir haciendo frente a los compromisos, con los proveedores, que te envían sus materiales y productos con la confianza de que cobrarán las facturas…

Pero Ud y sus “acompañantes” se dedican a interferir, criticar, señalar, juzgar, censurar, reprender e incluso reprobar al emprendimiento (o al empresariado, que viene a ser lo mismo).

No, no parece que esté Ud en la línea adecuada de arreglar la economía.

 

* Fuente: Mº de Industria, Comercio y Turismo.

** Barómetro de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).

 

“La inflación es un impuesto sin legislación.” – Milton Friedman.

“El contribuyente es una persona que trabaja para el Gobierno, pero sin haber hecho las oposiciones a funcionario.” – Ronald Reagan

“Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes” – Maestro Yoda (Star Wars)

José María Garrido es profesional agroalimentario, consultor y docente. Después de trabajar 24 años como directivo, en la actualidad ayuda al empresario a aumentar el rendimiento consistente de su organización. Leer más...

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