Por José María Garrido

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Todos hemos conocido a personas que se dedican todo el tiempo a proteger sus errores. Culpan a otros, culpan al medio ambiente, culpan a la competencia, culpan a la empresa, culpan al gobierno.

Nunca aceptan la culpa, y solo creen que “mejoran”, por lo tanto, al soñar con otras fuentes a la culpa. Aunque tampoco aguantan demasiado tiempo, porque todos hemos escuchado esa canción antes.

El propósito va de mejorar, no de protegerse; va de crecimiento y no auto-defenderse.

Estaba realizando un taller hablando de Desarrollo de Nuevos Productos cuando un participante dijo: “Estuve contigo hace tres o cuatro años y dijiste exactamente lo contrario. ¡Me dijiste que hiciera lo opuesto a lo que acabas de decir! «

«Efectivamente, tienes razón», le dije, «Me di cuenta de que entonces estaba equivocado y hoy he cambiado mi enfoque». Me miró, y no dijo nada.

¿Por qué ninguno de nosotros podemos admitir que estamos equivocados sobre algo?

Aunque, desde luego, en una sociedad polarizada eso se convierte en algo extremadamente difícil.

José María Garrido es profesional agroalimentario, consultor y docente. Después de trabajar 24 años como directivo, en la actualidad ayuda al empresario a aumentar el rendimiento consistente de su organización. Leer más...

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