El pasado viernes 5 de mayo de 2017 se celebró el I Congreso de la Industria Agroalimentaria de Navarra (Alimenta Navarra Meeting Point) en el Palacio de Congresos Baluarte de Pamplona.

Sí, has leído bien: se trataba del PRIMER congreso del sector en Navarra. Un sector que agrupa a más de 500 empresas, 25.000 empleos y una cifra de negocio superior a los 3.000 mill de € anuales nunca antes había sido convocado a reunirse, compartir y conversar.

Así pues, esta iniciativa de Navarra Capital, una plataforma informativa online de creación relativamente reciente, adquiere doble valor.

Una sala abarrotada por 300 profesionales del sector dispuestos a pasar una jornada para aprender, intercambiar, saludar y, por qué no, dejarse ver, y un apoyo institucional de primer nivel (apertura por Uxue Barcos, Presidenta del Gobierno Foral, clausura a cargo del  vicepresidente Manu Ayerdi, o la intervención de Fernando José Burgaz, director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura) demostraron la necesidad de un evento de estas características, y los increíble que resulta que no se haya realizado hasta ahora.

Y la verdad es que el planteamiento de los organizadores fue brillante y digno de elogio.

El planteamiento de los organizadores y su desarrollo fue brillante y digno de elogio.

Un primer bloque enfocado en las demandas del consumidor, los representantes de Eroski, la FIAB y Mercadona certificaron la recuperación del Gran Consumo en España, nos pusieron al día sobre hábitos y tendencias de los consumidores y, como no podía ser menos en el caso de las ponentes de la gran distribución, hicieron alarde de sus buenas prácticas y enfoques avanzados en temas como responsabilidad social o innovación.

De hecho, el tiempo asignado no les debió parecer suficiente y, sobre todo la representante de Eroski, alargó su intervención de forma desmedida, aprovechándose de ser la primera en intervenir, poniendo de manifiesto el desahogo con el que se mueven estas organizaciones… y poniendo en jaque el desarrollo subsiguiente del evento. ¡Ella había venido a hablar de su libro!

En el bloque La apertura a nuevos mercados: buenas prácticas, Jesús Galar (gerente de Galar Foods), Alfonso Jiménez (director general de Cascajares) y Benito Jiménez (director general de Congelados de Navarra) pusieron la nota auténticamente empresarial del evento, y realizaron las intervenciones más interesantes y entretenidas de la jornada: tres magníficos ejemplos del impulso internacionalizador del sector en los últimos años.

Galar desde la ausencia de florituras, Alfonso Jiménez utilizando el storytelling con chispa y gracejo, y Benito Jiménez con la flema y la seriedad de quien se enfrenta a proyectos realmente ambiciosos, pusieron de manifiesto el carácter y la sencillez del empresario de raza, la prestancia y el magnetismo del emprendedor de nacimiento, y el sentimiento de aventura y descubrimiento que está detrás de toda iniciativa empresarial. ¡Lo mejor del evento, sin lugar a dudas!

Héctor Barbárin (CNTA) dio unas pinceladas sobre tendencias y retos tecnológicos, y los representantes de Consebro y la Universidad Pública de Navarra nos aburrieron con disertaciones sobre responsabilidad civil (¡no entiendo cómo se puede invitar a abogados como ponentes a este tipo de eventos!) y la formación reglada en la universidad, anclada en los esquemas decimonónicos en los que se mantiene la educación de este país.

Una muy buena iniciativa de acceso unificado a la venta y promoción en la red, concretamente en la plataforma Alibaba, de la Asociación de Industrias Alimentarias de Aragón, la fresca sencillez de Andrea Urzaiz explicando la innovación que aplica Aceite Artajo, las líneas de investigación del Instituto de Agrobiotecnología-IdAB (el único centro del CSIC en Navarra), y la autoventa de servicios de Eulen (como correspondencia a su patrocinio de la jornada) pusieron fin a la jornada matutina.

Los representantes de Clusters alimentarios (Navarra, Euskadi, Food+i y Galicia) debieron limitarse a disertar a los postres del almuerzo, toda vez que el tiempo asignado a su intervención fue literalmente devorado por los ponentes anteriores.

Por supuesto, Navarra Capital ha creado una serie de artículos agrupados en su plataforma en la sección Alimenta con los que ofrece un amplio resumen de las ponencias realizadas, además de una interesante galería de imágenes.

Lo positivo

La propia iniciativa de Navarra Capital debe ser destacada, de entrada, como lo más positivo del evento. Una jornada de estas características debe mantenerse fija en el calendario anual del sector agroalimentario navarro. Y el marco del magnífico Baluarte es el lugar ideal para una celebración así.

Una jornada de estas características debería ser un fijo en el calendario anual del sector agroalimentario navarro.

La asistencia masiva de participantes es digna de ser destacada, lo que demuestra, efectivamente, el interés de los profesionales del sector por reuniones bien planificadas y que generen interés por los contenidos, la posibilidad de aprendizajes (benchmarking) y de contactos. ¡Ese es el gran reto de los organizadores!

La organización del evento, con una selección de bloques acertada, la comodidad del lugar y la excelencia de medios técnicos.

El buen ambiente, consecuencia sin duda de la buena salud del sector en Navarra, con unos profesionales abiertos, sonrientes y encantados de departir unos con otros.

Y la satisfacción general por su desarrollo, como lo demuestran los comentarios del video resumen publicado por la organización.

Lo mejorable

Pero todo es mejorable, claro. Me permito aportar mis sugerencias para un mejor desarrollo de convocatorias futuras.

Ponencias aburridas

La verdad es que la forma de realizar las ponencias siguen siendo extremadamente rancias, antiguas, académicamente aburridas (en este y en cualquier otro evento al que asistes). Aunque eso también es consecuencia de que los participantes no son (ni deben serlo) unos profesionales de la exposición en público. Por ello creo que sería conveniente mejorar el nivel general con la presencia de una ponencia estrella en cada evento, realizada por un conferenciante del máximo nivel que, además de resultar didáctica, fuera también entretenida.

Más tiempo para el networking

En mi opinión, un evento de estas características debe dejar más tiempo al contacto, el diálogo y la conversación entre los asistentes. Un exceso de ponencias (o mejor, unas ponencias demasiado largas) cansa, además de impedir uno de los grandes objetivos de una reunión así: el networking.

Control estricto del tiempo asignado

No debería permitirse que cada ponente se tomara a su libre albedrío el tiempo que no tienen asignado: aburre a los asistentes, perjudica seriamente a los que vienen detrás (que tienen tanto derecho como los que van primero) y no respeta a los oyentes, que pueden estar tan interesados o más en los contenidos que tienen que verse recortados por obligación.

La organización debería ser muy estricta en el control de las intervenciones, aun a riesgo de parecer impertinentes. Todos saldrían beneficiados.

Cuidar mucho los contenidos

Es evidente que cada ponente es responsable del fondo y la forma de cada ponencia, pero la organización debería vigilar los contenidos que desarrollan los titulares de cada tema.

Creo que la frescura aparece cuando se presentan experiencias por los propios empresarios y, desde luego, yo no volvería a invitar a ningún abogado…

En resumen…

Mis humildes felicitaciones a la organización, y mis deseos de que este acontecimiento tan importante para el sector agroalimentario se mantenga fijo en el calendario navarro por muchos, muchos años.

¡Enhorabuena, Navarra Capital!

Imágenes tomadas de la galería de imágenes de Navarra Capital.