En relación con tus políticas sobre personas, debes ser riguroso, lo que no significa ser cruel.
Y, ¿sabes cómo conseguirlo? ¿Quieres conocer 3 recomendaciones que deberías utilizar para ser realmente riguroso, y no cruel?
¡Te las cuento en este vídeo!
Los empresarios de compañías realmente brillantes tienen muy claro que el auténtico acelerador del éxito no son los mercados, o la tecnología, o la competencia, o los productos. Saben que existe una clave por encima de todos los demás: la habilidad para atraer y mantener a la gente adecuada.
Y una de las leyes inmutables de la gestión empresarial es la denominada “Ley de Packard”, enunciada por el cofundador de la compañía Hewlett-Packard, que viene a decir algo así:
“Ninguna empresa puede aumentar de manera consistente sus beneficios más rápido que su habilidad para conseguir a la gente adecuada para implementar dicho crecimiento y seguir siendo una gran empresa”.
Y de ahí derivan las 3 recomendaciones a poner en práctica de una manera disciplinada.
Disciplina #1: Cuando tengas dudas, no contrates y sigue buscando.
Disciplina #2: Cuando sepas que debes hacer un cambio en personas, actúa.
Fíjate: las empresas geniales suelen manifestar una doble vertiente: la gente suele permanecer en la empresa mucho más tiempo, o salen mucho más rápido. En otras palabras: las empresas brillantes no rotan más, sino que rotan mejor.
Pero también deberías pensar si alguien está colocado en el sitio incorrecto, o si definitivamente debe abandonar el proyecto.
Y para ayudarte a ello pues hacerte estas dos preguntas.
La primera. Más que si “esta persona debe abandonar la empresa” pregúntate: Si tuviera que incorporarla, ¿realmente volvería a cogerla de nuevo?
Y la segunda: Si esta persona viniera a decirte que se marcha porque tiene una nueva oportunidad muy excitante, ¿te sentirías terriblemente decepcionado… o secretamente aliviado?
Y la disciplina #3: Pon a tu mejor gente en tus mayores oportunidades, no en tus mayores problemas.
Si quieres deshacerte de un gran problema, no te deshagas de un gran profesional. Porque un gran problema puede llevarse por delante a un gran empleado.
Este es uno de los grandes secretos del cambio. Si tu creas una empresa en la que siempre la gente buena tendrá un sitio adecuado, será mucho más probable soportar los cambios de dirección.
Y como siempre, aquí abajo puedes dejarnos tus comentarios sobre todo este tema tan interesante.