Los procesos de selección de empleados, e incluso los de despido, son unos momentos que podemos aprovechar para dejar una gran imagen de nuestra empresa.
Con demasiada frecuencia sólo miramos nuestro ombligo (nuestra necesidad exclusiva), pero si nos ponemos en el lugar “del otro”, si ponemos en práctica la famosa EMPATÍA, si tenemos en cuenta que son procesos que afectan a PERSONAS (en ocasiones, a decenas de personas), quizás también las “malas noticias” pueden transformarse en oportunidades para que nuestra empresa deje una impronta positiva en todos ellos.
Es tan sencillo como establecer unas políticas de actuación que demuestren que, efectivamente, las Personas son lo primero para nosotros.
En este vídeo te dejo sencillos ejemplos que pueden hacer que, independientemente de su tamaño, tu empresa sea considerada una organización “grande”.