Si admito el error aprendo más.
Las mejores organizaciones que conozco no son precisamente las que no admiten el error. Y los mejores líderes no son aquellos que nunca se equivocan.
De hecho, si nunca te equivocas es porque una de las siguientes condiciones prevalece:
1.- Te has equivocado pero no te das cuenta porque, o bien estás aislado del suceso o la gente no quiere informarte.
2.- Nunca te equivocas porque nunca haces nada que no sean temas superseguros y superconservadores con garantías de hierro.
3.- Estás mintiendo a los demás y/o a ti mismo.
Aprendemos más dramática y minuciosamente de nuestros contratiempos, no de nuestras victorias.
Buscando las causas, no los culpables.