Se trata de A QUIÉN pagar, no CUÁNTO.
Es la consecuencia del principio de primero QUIÉN y después QUÉ. No se trata de CÓMO pagas a tus equipos, sino de A QUIÉN tienes en tu equipo, y al cuál debes pagar.
Si tienes gente realmente buena y comprometida en tu empresa, ellos y ellas lo darán todo de sí por sí mismos para convertir el proyecto en algo genial, no tanto por lo que van a “ganar”, sino porque no se imaginarán estar en otro lugar.
El salario y la compensación son importantes, pero su propósito no debería ser obtener el comportamiento adecuado de las personas incorrectas, sino el tener a las personas correctas en el proyecto, y mantenerlas en el mismo.
Págales adecuadamente, y tú y ellos os olvidareis del tema.