Elimina sin consuelo a los malos jefes
La única decisión peor que hacer una mala elección para el puesto de jefe es permitir que esa mala elección se perpetúe.
Los malos jefes arruinan a las personas, los valores y los resultados más rápido de lo que podría hacerlo nuestra competencia, los enemigos e incluso el gobierno.
Un mal jefe es un reflejo de TUS creencias y de TU estilo. Desarrollar a esa persona o eliminar a esa persona.
Recuerda que la gente “pobre” toma decisiones “pobres” e inevitablemente se rodea de gente “pobre”.