Liderazgo de «rueda delantera»: #2 Gestionar valores

Por JOSÉ MARÍA GARRIDO

¿Te gusta lo que hago? ¡Plantéate invitarme a un café! ☕️

¡Dale al play para ver el vídeo !

El liderazgo para la implantación de la estrategia es como montar en bicicleta.

Hay 10 rasgos de liderazgo de «rueda delantera» y hoy vemos el #2: Gestionar valores.

 

Íntimamente unido al rol ejemplificador se encuentra la gestión de valores, posiblemente uno de los trabajos más importantes que ejerce cualquier directivo.

Gestionar valores significa premiar visiblemente las actuaciones, las creencias y los comportamientos que apoyan la dirección estratégica, y frustrar, disuadir y (¡sí!) penalizar aquellos que van en su contra.

Los valores son internos, de cada persona, pero su gestión es puramente externa y requieren una vigilancia constante.

Por ejemplo: En una organización que pone énfasis en que se concluyan las órdenes de fabricación en el día en que son recibidas antes de las 14:00, un manager de turno encuentra que su gente a menudo debe dedicar una hora más de ese tiempo establecido para dejar las cosas finalizadas. Se da cuenta también que en el otro turno se para de trabajar cada día exactamente a las 14:00, aunque no hayan terminado la orden de fabricación. El manager hace tres cosas:

  1. Se pone a investigar cambios en su sistema de trabajo que permitan que el objetivo se cumpla dentro de la jornada normal de trabajo o, fallando en ello, investigará si el objetivo es razonable (¿hay alguien que lo esté consiguiendo?).
  2. Aplica el pago de horas extras, o cualquier otra acción que tenga permitida, para la gente que se ve forzada a poner una hora más de tiempo.
  3. Trata de influir al manager del otro turno para que también consiga el objetivo o, si no lo consigue, busca una solución con su directivo común.

Es decir, el manager busca disuadir los comportamientos que violan los valores, premia los comportamientos que los refuerzan y hace posible que la gente pueda aplicar los valores en las rutinas del trabajo normal.

Si se requieren esfuerzos extraordinarios de forma continua para cumplir con los valores, algo va mal, bien con los valores, bien con el sistema de trabajo (y no, como se asume demasiado habitualmente… con la gente).

Y el comportamiento del directivo superior ante estas actuaciones será crucial a la hora de demostrar coherencia con los valores y los objetivos.

Pero a ti, ¿qué te parece lo anterior? ¡Deja tus impresiones en los comentarios!

José María Garrido es profesional agroalimentario, consultor y docente. Después de trabajar 24 años como directivo, en la actualidad ayuda al empresario a aumentar el rendimiento consistente de su organización. Leer más...

{"email":"Email address invalid","url":"Website address invalid","required":"Required field missing"}
>