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El liderazgo para la implantación de la estrategia es como montar en bicicleta.
Hay 10 rasgos de liderazgo de «rueda delantera» y hoy vemos el #4: Educar y comunicar.
El liderazgo requiere que todos los empleados sean educados sobre la naturaleza y la dirección del negocio en términos claros, simples y pragmáticos. Las preguntas y los debates deberían ser facilitados y estructurados formalmente para permitir el mayor grado posible de intercambios.
La diferencia entre el escepticismo saludable y no saludable está habitualmente en si la crítica constructiva es apoyada o silenciada. Cuando la gente se encuentra confortable haciendo preguntas y cuestionando las políticas, aparece el diálogo; si están incómodos, se trata de quejas.
Por ejemplo. Debería requerirse a los departamentos de Recursos Humanos y todos aquellos con responsabilidad en la formación que detallaran, de forma precisa, cómo la dirección estratégica estará conectada con cada uno de los programas de formación y educación existentes o que sean planeados.
La educación en el trabajo simplemente es inadecuada si no tiene en cuenta los objetivos y la dirección de la compañía.
Virtualmente y como consecuencia de su propia existencia, una ONG educará a sus voluntarios en su misión y objetivos de forma que sean más efectivos en sus trabajos. De la misma forma, cada organización empresarial debería no sólo crear ese tipo de educación, sino relacionarla con las responsabilidades específicas de cada uno.
El líder debe hacerlo en su lista de tareas, asegurarse de que sus subordinados también lo hacen y así en cascada.
La “comunicación pobre” o las “rupturas de comunicación” generalmente no son causadas por actos de sabotaje claramente visibles. Lo más común es que sean el resultado de un liderazgo escaso o ausente en esa área.
