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El liderazgo para la implantación de la estrategia es como montar en bicicleta.
Hay 10 rasgos de liderazgo de «rueda trasera» y hoy vemos el #14: De los datos a la sabiduría.
Los lideres tienen que ayudar a su gente en la siguiente progresión. Actualmente estamos literalmente sitiados por los datos. Como mucho, los empleados son formados para interpretar los datos y convertirlos en información. Pero la información no es suficiente.
Cuando aprendemos de la información (es decir, nos educamos a nosotros mismos) de forma que podamos mejorar y evolucionar, estamos creando un cuerpo de conocimiento. Y es en este punto cuando muchos líderes se acomodan y empiezan a auto-congratularse.
Sin embargo, el último objetivo es usar ese conocimiento para mover a la organización y a su gente hacia el objetivo estratégico; podemos definir ese uso del conocimiento como sabiduría.
Uno puede presentar el argumento hoy de que tenemos toneladas de datos y mucha información (una especie de “explosión de información”). Uno puede incluso decir que nuestro conocimiento se está incrementando. Pero al final tenemos una preciosa pequeña sabiduría.
Los datos están alrededor de todos nosotros; la información está en cada pantalla de ordenador; el conocimiento se almacena en reportes, análisis y guías. La sabiduría está en el inefable papel del verdadero líder situado en la trastienda.
Es muy común escuchar “Él sabe mucho” o “Ella tiene mucho conocimiento”. Pero, ¿con qué frecuencia escuchas algo como “¡Qué decisión más sabia!”?
Por ejemplo. Los líderes hacen su tarea cuando evalúan la información y el conocimiento actual con los ojos de la visión estratégica. Se permiten el lujo (y la necesidad) de pensar en los diferentes temas a través de esa estrategia.
Se trata a menudo de un trabajo solitario, y ciertamente nunca ejecutado en el escenario. Pero es uno de los rasgos de rueda trasera más cruciales, porque es puro liderazgo: transformar la información en sabiduría organizacional.
Pienso en Jobs y Wozniak cambiando el perfil de los ordenadores en su garaje. Pienso en Zuckerberg dándole vueltas al metaverso o en Elon Musk maquinando sobre qué hacer con Twitter.
Les toca a los líderes hacer su tarea (intentando crear sabiduría en medio del caos de información) liderando organizaciones hacia sus objetivos estratégicos.
