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El liderazgo para la implantación de la estrategia es como montar en bicicleta.
Hay 10 rasgos de liderazgo de «rueda trasera» y hoy vemos el #17: Ejercitar la paciencia.
“A los directivos se les paga para que actúen” está entre las frases más desastrosas de la gestión empresarial. Es una enorme estupidez sin sentido.
Perdón: a los directivos se les paga para que obtengan resultados, y este esfuerzo implica muy a menudo inacción.
Eisenhower no dijo “¡Olvídate del tiempo y de las tormentas! Tenemos que invadir Europa y sólo tenemos una pequeña ventana de oportunidad para hacerlo”. Él planificó y esperó.
Los buenos líderes tienen un ojo puesto en el objetivo y tienen la habilidad de utilizar la paciencia activamente como una técnica para conseguir ese objetivo.
Los líderes pobres tienen sus dos ojos puestos en las actividades, y están constantemente pidiendo más y más acción (independientemente de su efecto sobre el objetivo) con el fin de justificar su existencia.
El mejor mentor que he tenido en mi vida solía decirme “Yo no juzgo a las personas por cuánto tiempo están en la carretera o por cuánto tiempo pasan en la oficina. Yo los juzgo en base a cómo consiguen los objetivos que hemos acordado. Y si necesita más de 8 horas diarias para hacerlo, algo no va bien con esa persona.”
No es fácil subirse al estrado como un líder y anunciar: “Voy a ser paciente, y estoy orgulloso de ello”.
Es por eso por lo que la paciencia es un rasgo de rueda trasera.