Por José María Garrido

0 Comentarios


¿Te gusta lo que hago? ¡Plantéate invitarme a un café! ☕️

Hay algunos de entre nosotros que prefieren encender velas antes que maldecir la oscuridad (proverbio chino que ha inspirado la historia de Amnistía Internacional). Siempre me ha gustado contarme entre sus filas.

A diferencia de los vampiros de energía, los generadores de entusiasmo nos infunden una sensación de bienestar y alegría. Son contagiosos y halagadores. No son necesariamente chistosos o bromistas, ni siquiera graciosos, aunque también pueden serlo.

Principalmente, aman la vida, son objeto de interés en sí mismos y crean un campo de energía positiva a su alrededor. Así que, mejor rodearnos de muchos más “mercaderes de ánimo” que de cenizos tóxicos.

¿Por qué algunas personas son tan buenas proveedoras de felicidad y propósito, y cómo llegan a ser así? No estoy seguro de las causas, pero he observado un par de cosillas sobre los rasgos que generalmente suelen tener.

Autoimagen positiva. Son personas que se sienten bien consigo mismas, por lo que no sienten «pérdidas» para ellas cuando ayudan a otros a, a su vez, sentirse bien consigo mismos.

Fantasía. Los generadores de entusiasmo tienden a ser soñadores, con visiones audaces y puntos de vista poco ortodoxos. Ven la vida desde ángulos y dimensiones que otros no ven. Sirven para el mismo propósito que esos anteojos que nos permitían ver películas en 3-D.

Elasticidad. Para ellos, las derrotas se reconocen y se tratan (o se olvidan), y la vida continúa. No pueden ser descarrilados o arrinconados por mucho tiempo.

Empatía. No es que “simpaticen” (sentir lo que los demás sienten), sino que “empatizan” (entender lo que los demás sienten), lo que les permite ser compasivos al tiempo que aportan aire fresco y nuevas opciones sin caer en el “babeo” inservible.

Aprecio. Los proveedores de energía valoran y aprecian cada nuevo día, cada nueva experiencia y todas las nuevas relaciones. Se dan cuenta de que la vida es un privilegio, y actúan en consecuencia.

¿Quieres más entusiasmo en tu vida? Aún mejor, ¿quieres ser un generador de entusiasmo?

Creo que la clave para ser una persona optimista y positiva radica en la perspectiva. Necesitamos recordarnos que rara vez, si es que alguna vez, nos involucramos en una batalla para salvar la civilización tal como la conocemos. De hecho, lo trivial, lo mundano y lo minúsculo generalmente nos molesta, nos desanima y nos desequilibra. Aunque lidiar con la perspectiva requiere mucho más que la simple advertencia banal: «No te preocupes por las cosas pequeñas».

Tenemos que estar agradecidos por cada nuevo día y cada nueva oportunidad. Así como Otto, el perro de mi sobrina, que me cuenta que se revitaliza por el hecho de que la calle le espera cada mañana, aparentemente sin cambios para ella pero ofreciéndole un nuevo mundo de oportunidades para él.

Debemos energizarnos por las opciones y posibilidades de cada amanecer. El fracaso rara vez es fatal y el éxito nunca es definitivo. Es el coraje lo que cuenta.

Si estás en un trabajo, una situación, una relación o una dinámica que es dolorosa, estresante y debilitante, haz algo al respecto. La confrontación no es tan penosa como una vida desperdiciada, el tiempo perdido o la falta de ánimo.

Enciende las velas. Porque si te limitas a maldecir la oscuridad, solo escucharás el eco de tus propios gritos de dolor.

 

“No dejes apagar el entusiasmo, virtud tan valiosa como necesaria; trabaja, aspira, tiende siempre hacia la altura.” – Rubén Darío.

“La vida es fascinante: sólo hay que mirarla a través de las gafas correctas.” – Alejandro Dumas.

“Me gusta estar con alguien a quien le entusiasme el mundo.” – Joaquin Phoenix (Theodore Twombly en la película Her).

José María Garrido es profesional agroalimentario, consultor y docente. Después de trabajar 24 años como directivo, en la actualidad ayuda al empresario a aumentar el rendimiento consistente de su organización. Leer más...

{"email":"Email address invalid","url":"Website address invalid","required":"Required field missing"}
>