¿Empujar o arrastrar?
¿Dar órdenes, o convencer?
¿Controlar o confiar?
¿Mandar o liderar?
¿Cómo crees que se obtiene más valor de los empleados?
Vamos a verlo en este vídeo
En la medida en que una empresa agroalimentaria va creciendo se va convirtiendo en un organismo complejo, y como tal necesita de la división de funciones y la asignación de responsabilidades a determinadas personas, que a su vez necesitan equipos más o menos numerosos para poder llevar adelante dicha responsabilidad.
Es lo que se denomina “estructura organizativa”, que suele representarse con un organigrama.
Es la aparición de la figura del “jefe” y de sus colaboradores.
Parece claro que el jefe y sus colaboradores están ahí para cumplir una misión y unos objetivos comunes.
Pues bien: hay estudios de la máxima solvencia que concluyen que los resultados de un equipo dependen en un 40% del ambiente que se respira en ese equipo, y que a su vez ese ambiente viene determinado en un 70% por el estilo de dirección el jefe.
Aunque imagino que tú no necesitas de ningún estudio para intuir que eso es así, ¿verdad?
En esencia podemos hablar de dos grandes extremos a la hora de ejercer el mando sobre los colaboradores.
Por un lado está el Jefe que basa su actuación en el PODER, esto es, en los “galones” otorgados de arriba abajo por esa estructura orgánica.
Un Jefe que tan sólo establece normas, da órdenes, controla y castiga o premia.
Un jefe que, esencialmente, EMPUJA.
En el otro extremo está el líder que, teniendo también el poder de su posición, sin embargo basa su actuación en la credibilidad que le otorgan los miembros del equipo.
Un líder que asigna objetivos, orienta, confía y reconoce o corrige. Entiendes la diferencia entre castigar o corregir, y premiar o reconocer, ¿verdad?
Un líder que, esencialmente, ARRASTRA.
La consecuencia de todo esto es que EMPUJANDO obtendremos su tiempo y su trabajo físico, y si ARRASTRAMOS además conseguiremos sus mentes y sus corazones.
Esta es la diferencia entre MANDAR y LIDERAR. Y ahí es donde se empieza a jugar la posibilidad o no de obtener el famoso compromiso.
¿Cuál es tu experiencia personal?
¿Eres un jefe que empuja o que arrastra?
En tu entorno empresarial, ¿se dan órdenes y se controla, o principalmente se orienta y se confía?
Anímate y cuéntanoslo en los comentarios.