Parece la «tormenta perfecta», ¿verdad?
Guerra de Ucrania, inflación, escasez en la cadena de suministro, la Covid dando vueltas como un chicle en el zapato, la política con sus demagogias, el déficit y las cuentas públicas… y la aprensión frenética sobre cuál será el ganador de la próxima liga.
La ecolalia de que el cielo se está cayendo.
No estoy aquí para restar importancia a los problemas graves, sino simplemente para señalar que algunos de nosotros hemos pasado por la poliomielitis, el embargo de petróleo de la OPEP en el 73, la presión terrorista de los 80, el 26% de desempleo del 93, la caída de Lehman Brothers del 2008, y mucho más. Y aquí estamos.
La pregunta para mí siempre ha sido: ¿Hasta qué punto creemos que tenemos el control e intentamos ejercerlo?
Si crees que no hay control externo ni control interno, entonces cada día es una ruleta rusa, simplemente una existencia aleatoria.
Si crees que no tienes control y que todo es externo, desde Hacienda hasta el clima, entonces estás en una especie de predeterminación calvinista, donde lo que sea que intentes hacer, no importa. Estás en manos del destino.
Si crees que todo es cuestión de control interno y que tú eres el único determinante de lo que te sucede, entonces estás en el reino del orador motivacional y los gurús del pensamiento positivo: “Lo conseguirás sólo con desearlo mucho, mucho” (Me encantan los oradores con tres divorcios, sobrepeso, que beben demasiado y que te dicen que tomes el control de tu vida).
La verdad está en el equilibrio y el sentido común. Es decir, hay control externo (leyes y demás) y control interno (libre albedrío y juicio independiente).
Si llueve, mueves la fiesta adentro. Si viene un inspector de Hacienda, clarificarás tu situación. Cuando te golpea el trauma, te afliges y sigues adelante: El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es voluntario.
La “tormenta” actual pasará. Y vendrá otra.
La cuestión no es qué está pasando, sino qué eliges hacer al respecto.
Todo esto puede parecer mucha presión, pero en realidad es mucha libertad.
“Lo que se necesita, en lugar de huir, controlar, suprimir o cualquier otra resistencia, es comprender el miedo; eso significa que debes mirarlo a la cara, aprender sobre él, entrar directamente en contacto con él. Debemos aprender sobre el miedo, no cómo escapar de él.”—Jiddu Krishnamurti.
“La política es el arte de controlar tu entorno.”—Hunter S. Thompson
“Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar, valor para cambiar lo que soy capaz de cambiar, y sabiduría para entender la diferencia.” —Plegaria de la Serenidad