El cambio en tu industria Alimentaria es la única opción. Pero, desde tu punto de vista como empresario, ¿cuál es tu actitud hacia ese cambio? ¿Cómo lo ves desde tu posición, y cómo quieres acometerlo?
En la entrada anterior te pedí un ejercicio de autoconocimiento, y una mirada desde tu interior hacia tus sueños empresariales (Visión), cómo conseguirlos (Misión), teniendo en cuenta qué te importa y qué defiendes (Valores).
Ahora te propongo un ejercicio de toma de conciencia de ti mismo en el entorno que te rodea, es decir, tú mismo frente a:
- la realidad global y tecnológica;
- el cambio de paradigma del entorno de trabajo (del Capitalismo al Talentismo, o Era del Conocimiento), y
- la situación de tu empresa agroalimentaria.
No te descubro nada si te digo que el concepto tiempo lo podemos dividir en tres grandes bloques:
-
- El Pasado, ese que ya no podemos cambiar, y del que tampoco podemos vivir ya: ninguna empresa vive de su pasado. Por tanto, debes dejarte de nostalgias, resentimientos, alegrías, frustraciones… Lo único que te vale del pasado es el conocimiento y la experiencia adquirida. ¡Quédate con ellos, y olvida todo lo demás!
- El Presente. Se trata del aquí y ahora. ¡Este sí que nos sirve! De hecho, el Presente es el único tiempo en el que puedes hacer algo. Es el único momento en el que puedes pensar, decidir, y hacer. ¡AHORA!
- El Futuro. Este es el que hay que encarar, el que hay que diseñar, el que hay que construir. Sí, ya sé que está lleno de incertidumbre, y eso genera preocupación y ansiedad, pero no me negarás que el Futuro también está cargado de ilusión, de deseo, de sueños. ¡Tus ilusiones, deseos y sueños! Este es el momento de estructurar los Planes para afrontar ese Futuro.
Así que, vamos a hablar todo el rato de Futuro.
Desde el Ahora hacia el Futuro
«Eso de la globalización es cosa de grandes empresas. Nosotros estamos bien así»
Hace unas semanas me hablaban de un pequeño empresario agroalimentario que decía no estar interesado en abordar «nuevas aventuras» y/o nuevos mercados/clientes. Se sentía satisfecho y seguro con la situación que había alcanzado: unos clientes fieles, un mercado más o menos local y, por tanto, controlable y gestionable con los medios disponibles, y una rentabilidad razonable (“Tampoco soy muy ambicioso”), decía. “Eso de la globalización y la digitalización, de la que tanto se habla, es cosa de grandes empresas, multinacionales muy ambiciosas, que son las que deben entrar en esas peleas. ¡Nosotros estamos bien así!”.
Parece ser que hace tres años fueron otros que, viniendo de un país asiático, hicieron unas inversiones muy importantes en una fábrica que había sido su competencia directa hacía años, pero que se encontraba prácticamente cerrada. Esas inversiones redujeron los costes de producción de una manera tan radical… que ya este año su nueva competencia había copado prácticamente todo su mercado. ¡Parece que los clientes no son tan fieles como a veces pensamos, y que esa globalización la tenemos más cerca de lo que nos creemos!
Voy a empezar por hacerte unas preguntas, y a aportarte dos modelos de respuesta :
Cuestión |
Modelo 1 |
Modelo 2 |
¿Cuál es tu punto de vista sobre el futuro en relación con el de tus competidores? | Convencional y reactivo | Singular, especial, con enfoque proactivo |
¿Qué temas absorben la mayor parte de tu tiempo? | El cliente/mercado; el proceso de fabricación; los proveedores/materias primas; los empleados | La transformación de la empresa en términos de su capacidad futura (Competencias fundamentales) |
¿Cómo consideran tus competidores a tu empresa? | Principalmente como seguidora de reglas | Principalmente como una empresa que crea reglas |
¿Cuál es la fortaleza principal de tu empresa? | La eficiencia operativa | La innovación y el cambio |
¿Qué enfoque de esfuerzos se tiene en tu empresa para conseguir diferencia competitiva? | Hacer frente a los problemas, fundamentalmente | Fundamentalmente, ir delante de los demás |
¿Quién ha fijado la agenda para realizar cambios? | Tus competidores | Tu visión de futuro |
¿Inviertes la mayor parte de tu tiempo como un ingeniero de mantenimiento, conservando la situación actual, o como un arquitecto, diseñando el futuro? | Fundamentalmente como un ingeniero | Fundamentalmente como un arquitecto |
¿Qué tal, cómo y dónde te ves? ¿En el Modelo 1 ó en el 2?
Unas preguntas más:
- ¿Qué porcentaje de tu tiempo inviertes en temas de tu entorno, frente al que dedicas a temas internos de tu organización?
- De ese tiempo dedicado a asomarte al exterior, ¿cuánto inviertes en reflexionar sobre cómo va a cambiar el mundo en los próximos cinco o diez años?
- Y del tiempo dedicado a pensar en el entorno y en el futuro, ¿cuánto inviertes en trabajar con tus colaboradores más cercanos para construir una perspectiva del futuro profundamente compartida y comprobada, que se oponga a un punto de vista estrictamente personal?
¡Lo has adivinado! Tu principal tarea como empresario es reflexionar y decidir sobre el futuro. Debes tener muy claro que ese es el valor principal que puedes obtener de tu tiempo, siempre tan escaso (24 horas al día, ¡como el de todos!). Debes delegar los asuntos operativos en otros de inmediato. Porque, si lo quieres hacer bien, tienes muchos asuntos sobre los que reflexionar y decidir, como por ejemplo:
- Qué nuevas competencias básicas son necesarias crear en tu organización
- Por dónde irán las nuevas líneas de productos
- Qué alianzas hay que formar
- Qué programas de desarrollo/conocimiento debemos proteger
- Qué iniciativas a largo plazo debemos perseguir
- etc.
La revisión de los principios del Cambio en tu industria Alimentaria
Para ir profundizando en la reflexión, te propongo ahora algunos puntos de vista de Charles Handy, creador del concepto de organización trébol (Shamrock Organization): un auténtico visionario.
- La incertidumbre tiene sentido (en ciencia, el caos no es caótico): Ver el futuro como una oportunidad. Es necesario aprender a vivir en un mundo de caos e incertidumbre, mirando al futuro.
- Paradojas: pensamientos opuestos, aunque los dos pueden ser ciertos. Es necesario integrar las paradojas, y aprender a equilibrarlas.
- Donut: La vida (y la organización) visto como un donut invertido; el agujero es lo de fuera, y el bizcocho lo de dentro. Centralizar/hacer fuerte el núcleo (core business), y descentralizar la periferia. ¿Cuál es el auténtico núcleo de tu organización?
- El futuro como curva en S (sigmoide): Vamos descubriendo el futuro, y constantemente van apareciendo nuevas realidades/revoluciones, con lo que es necesario pasar a otra sigmoide.
- La reconsideración del capitalismo: La nueva fuente de riqueza no es la tierra o el capital o las materias primas, sino que es el conocimiento y las competencias de las personas.
- Liderazgo centrado en los principios: Justicia, honestidad, integridad, confianza y juego limpio.
- Creencia en el potencial humano: Es el activo más valioso.
- Llegar a ser un líder de líderes: Los líderes no pueden ver a sus colaboradores como “tropa”, ni los colaboradores ver al líder como “general”; el líder tiene que desenvolverse como “líder de líderes”.
- La búsqueda de un nuevo propósito: La mayor satisfacción humana es poder trascenderse a través de un propósito, más allá de uno mismo. (¡Ahí tienes tu Visión!).
Reglas para gobernar la entrada de aire fresco
¿Qué podemos hacer, entonces, para afrontar todo este panorama?
Te voy a dar ahora una serie de directrices sobre las que sustentar el proceso de cambio, el camino hacia ese futuro. Pueden ser algo así como los elementos de referencia a los que mirar cuando te encuentres desorientado. Son las siguientes:
- Fortalecer el cambio con la estabilidad. En ningún momento hemos hablado de revoluciones; el movimiento debe ser asegurado, estandarizado y asentado. ¡En marcha, pero con buena letra!
- Conseguir que el aprendizaje sea más importante que dar respuestas. Recuerda que nos proponemos hacer de la tuya una Empresa que Aprende, y esto tiene una nueva potencia que hará que todos cambien su forma de afrontar el trabajo y las relaciones.
- Crear una nueva cultura de empresa, centrando los esfuerzos, no tanto en la propia cultura, como en las fuerzas (miembros) que la forman. ¡Tus empleados son tu principal factor diferencial y competitivo! Ten en cuenta, además, la realidad de los nuevos profesionales del conocimiento, y cuáles son los elementos clave de su motivación en el trabajo:
- autonomía;
- dejarles disfrutar y desarrollar su maestría, y
- ayudarles a que perciban el sentido del trabajo que realizan, más allá de ellos mismos.
- Por eso, impulsar el cambio organizativo a través del cambio personal. Es a través del cambio en las personas de la organización (¡empezando por ti!) donde se puede apalancar esta transformación de futuro.
- Delegar, delegar, delegar funciones (nunca la responsabilidad), con un liderazgo enérgico.
- Fomentar el debate intenso, y el compromiso firme. Es en el debate, en la discusión constructiva, y en el aporte de pareceres y diversidad, donde encontrarás la riqueza y las opciones.
- Decidir quién debe decidir qué. Claridad, responsabilidad.
- Reactivar a los mandos intermedios, una figura absolutamente clave de todo este esquema de progreso.
- Convertir las planificación estratégica en una herramienta esencial del gobierno de la organización, con el aporte máximo de los diferentes elementos de la línea.
- Conectar los puntos: comunicación interna.
- Institucionalizar las técnicas para la gestión de proyectos: son tu futuro.
- Eliminar amenazas; reforzar incentivos.
- Descentralizar: medir las actividades junto con los diferentes equipos.
Tú eres la respuesta al cambio de paradigma
Si has conseguido llegar hasta aquí entiendo que el tema te interesa, de lo cual me alegro mucho. Me alegro porque supongo que he sido capaz, al menos, de despertar tu curiosidad, pero sobre todo me alegro porque quiere decir que estás en disposición de realizar las reflexiones que necesita tu empresa, que necesita tu negocio, para sobrevivir.
Porque, si hay algo que ya tenemos muy claro es que:
- El camino es cada vez menos lineal. El futuro va a ser muy diferente de lo que esperamos; no hay extrapolaciones del presente.
- Los #Nuevos Tiempos requieren nuevas organizaciones y empresarios decididos.
- Para sobrevivir hay que anticiparse, y para ello hace falta un sentido de futuro que requiera nuevas competencias y un nuevo estilo de liderazgo.
Y, como puedes comprobar, mi planteamiento es que la solución empieza por ti mismo:
- realizando un ejercicio de autoconocimiento, para que tú mismo sepas de verdad quién eres y hacia dónde quieres dirigirte, y
- reflexionando sobre la profundidad de tus acciones para construir tu futuro y el de tu organización.
Ya ves: por el momento se trata tan sólo de reflexiones, que requieren, eso sí, de tu tiempo y de tu concentración.
Pero hoy las cosas han transcurrido como siempre en tu empresa: pedidos, compras, fabricación/preparación, fichajes, reparaciones, reclamaciones, entregas, contactos comerciales, contabilidad, facturación…
Y algún día habrá que pasar a la acción.
Una reflexión y una acción para las que yo te ofrezco mi ayuda y mi acompañamiento.
¿Qué te ha parecido el artículo?
¿Qué opinas de estas propuestas? ¿Crees que son complejas o difíciles de llevarlas a la práctica? ¿Crees que son cosas de grandes corporaciones? ¿Te sientes preparado para acometer el cambio en tu industria Alimentaria?Te aseguro que es mucho más sencillo de lo que parece, aunque necesita tiempo y, sobre todo, mucha convicción.
La gestión del Cambio empresarial es un tema que me apasiona. Le he dedicado gran parte de mi trayectoria profesional en la industria Alimentaria. Desde la teoría a la práctica; desde la estrategia hasta el operativo
Te espero en los comentarios, y en la medida de lo posible te ayudaré a resolver tus dudas
Me ha encantado el articulo, puesto que no hay otra opción para sobrevivir que crecer y esto conlleva tener que estar pensando y trabajando constantemente en el mañana, mientras tu empresa tu empresa trabaja en el día a día, uno tiene que preparar el mañana.
Pero por mi experiencia, esta actitud innovadora es muy difícil de inculcar en las personas que no creen en ello. Por lo que hay que entenderlo como que no hay otra opción.
Pues sí, Gabriel, lo más habitual es que las personas se «agarren» fuertemente a la situación conocida porque es donde se encuentra la comodidad; es lo que se denomina «Zona de Confort». Pero, en mi opinión, hoy en día ese es un lujo muy peligroso desde el punto profesional, y tiene algo de suicida desde el punto de vista empresarial.
¿Por qué hago esta diferencia? Un empleado tiene opciones: mantenerse en la empresa actual, cambiarse a otra, decidir iniciar algo por su cuenta… Pero el empresario no tiene opciones: tiene UN proyecto (su proyecto), UN negocio (su negocio); es SU inversión, es SU sueño. Por esa razón, pondrá «toda la carne en el asador» para que todo eso tenga futuro. Y, hoy en día, el futuro es el Cambio continuo y, como bien dices, la innovación (es lo que yo denomino Impulso Emprendedor).
Al mismo tiempo, la gran opción del empresario es decidir qué camino seguir y cómo hacerlo. Es también SU decisión, no la de sus empleados. Esta es la libertad y, al mismo tiempo, la responsabilidad del empresario/emprendedor. Y también está en su mano decidir (es el Liderazgo más puro) cuánta energía, fuerza y determinación aplicar a ese proceso de transformación. A partir de ahí, el resto es «sencillo»… 😉
¡Muchísimas gracias por tus palabras y por tus comentarios, Gabriel! Espero «verte» de nuevo por aquí, en este blog que ya es el tuyo.