constituir equipo

Por José María Garrido

0 Comentarios


¿Te gusta lo que hago? ¡Plantéate invitarme a un café! ☕️

Como decíamos en la entrada “¡Es el equipo, stupid!”, el equipo, más todavía que el individuo, es sin duda un elemento esencial para la gestión de tu empresa agroalimentaria. El éxito futuro dependerá en gran medida del buen o mal funcionamiento de tu equipo directivo, y del resto de los equipos de tu organización.

Porque en cuanto tu empresa se vaya haciendo un poco más compleja, con más empleados, necesitarás crear equipos para resolver los problemas y los retos a los que la organización vaya enfrentándose.

Pero, ¿qué puedes hacer para que tus equipos alcancen todo su potencial de una manera duradera y sostenible?

La verdad es que no es una tarea fácil. Porque un equipo es un sistema vivo y complejo, que va a pasar por fases muy diferentes a lo largo de su vida.

Sí, has leído bien: los equipos se mueven, cambian, evolucionan. Te lo muestro en este gráfico.

Fases desarrollo equipo
Fases en el desarrollo de los equipos

 

 

En la vida de un equipo podemos diferenciar tres fases:

  1. Fase de constitución ( o Forming)
  2. Fase de diferenciación (también llamada Storming)
  3. Fase de integración ( o Performing)

Desde las características, creencias y vicisitudes de cada uno de sus miembros, la riqueza y complementariedad de los mismos, los diferentes roles que se ponen de manifiesto, la entrada y salida de miembros, el impacto que recibe de otros equipos y del conjunto de la organización, su alineación (visión compartida), sus creencias, su conciencia colectiva… todo ello va a tener una importancia capital en el desempeño del equipo.

Porque un equipo con miembros inteligentes no hace inteligente a un equipo. Es más, lo que define las posibilidades y los resultados de un equipo es, sobre todo, su estado emocional.

Un #equipo con miembros inteligentes no hace inteligente a un equipo. Todo depende de su #estadoemocional Share on X

 

Por eso, porque no es un tema sencillo, vamos a tener que ir por partes.

Y empezar por el principio, es decir, por la constitución del equipo.

 

Constitución del equipo

Sin duda, la conformación del equipo es uno de los momentos clave para su buen desempeño futuro.

Las factores de éxito en el momento de la constitución del equipo son:

  1. Su composición
  2. Sus reglas de juego: Alianza del equipo
  3. El propósito común: Misión

Ya tratamos estos tres trascendentales asuntos en este post anterior, y te remito a él para profundizar un poco más en cada uno de ellos.

El momento de la constitución del equipo se caracteriza por las expectativas (positivas o negativas) que se generan en sus miembros. A pesar de que se asignen responsabilidades, todavía no se ha iniciado la diferenciación entre sus miembros, y tampoco se han puesto en práctica los diferentes roles que, sin duda, se pondrán de manifiesto a los largo de su evolución.

 

Características de la fase de constitución del equipo

La desorientación y las dudas son las primeras sensaciones de sus miembros. Las cosas todavía no están claras.

Cada uno de los miembros suele empezar realizando un tanteo del lugar, con a veces excesiva prudencia, observando para no meter la pata antes de tiempo. La falta de confianza entre los miembros es todavía evidente.

La comunicación no es fluida.

Las expectativas son confusas; no tienen claro qué van a conseguir realmente.

El pasado vivido por cada integrante, esto es, las experiencias previas en otros equipos, es determinante. El pasado es lo conocido; el futuro es la incertidumbre. Es por ello por lo que las personas tendemos a mirar al pasado, que es lo que conocemos, pero que al mismo tiempo es donde se han generado las creencias limitadoras que pueden lastrar el compromiso de cada miembro con el equipo.

El sentimiento de pertenencia es todavía relativo: «¿Por qué estoy yo aquí, y por qué están cada uno de los demás? ¿Qué me va a suponer todo esto?»

También puede existir una falta de sentimiento de propiedad de la Misión y los objetivos.

Pero, al mismo tiempo, la propia constitución del equipo genera expectativas, así como una relativa motivación.

 

¿Qué necesita el equipo en la fase de constitución?

Para minimizar el impacto de todo lo anterior debes hacer un esfuerzo, y dedicar tiempo a clarificar una serie de cuestiones.

¡Es lo de siempre! En tanto en cuanto lo hagas bien al principio de cada actuación, con tranquilidad y con tiempo de calidad, mejores resultados obtendrás a medio plazo, y más tranquilo vivirás, en el sentido de que el equipo funcionará de manera autónoma y con buenos resultados.

Cuanto más esfuerzo dediques al diseño, mejor irán las cosas después.

Piensa bien en los siguientes aspectos que te voy a señalar, y ponlos a disposición del nuevo equipo que estás creando.

Explícales el por qué de esa composición del equipo, la razón de estar de cada uno de los miembros.

Aclárales que todos los miembros tienen el mismo derecho a formar parte del equipo. Nadie tiene más derecho que otros a pertenecer.

Clarifica las expectativas y responsabilidades que se esperan del equipo.

Define bien las atribuciones del equipo en cuanto a toma de decisiones.

Deben conocer también la planificación y el tiempo de trabajo del equipo, así como los apoyos con que van/pueden contar.

La creación de un equipo supone un cambio en el statu quo de sus integrantes (“¿Me ponen más trabajo, más reuniones, más responsabilidades? ¿Me van a medir por mi trabajo individual, o por el trabajo en el equipo, o por los dos?”).

Y, como todo cambio, generará resistencias, lo que supone un serio riesgo. Ten en cuenta que deberás clarificar la importancia y la relevancia que le vas a dar al trabajo de ese equipo y a sus resultados, para evitar el predominio de los intereses personales o que lo consideren secundario frente al trabajo oficial de sus miembros.

 

Formulación de Misión y objetivos: es donde te la juegas

Pero la gran oportunidad para empezar con energía motivadora es el cómo se formula la Misión y los objetivos del equipo, ya que ambos tienen dos partes:

  1. la ilusión por lo que está por venir en relación a ese nuevo equipo, que les empuja hacia el futuro, y
  2. el miedo, proveniente del pasado, que frena a los integrantes en base a sus creencias limitadoras.

Porque el futuro es libre, es nuevo, está por descubrir. Los miedos, las limitaciones y los frenos vienen del pasado, y pueden paralizarles en el presente.

El cómo se formule la Misión y los objetivos del equipo es esencial para que se centren en las limitaciones (pasado), o en la ilusión motivante (futuro).

Tenlo muy en cuenta:

Tomarán confianza cuando vean la Misión y los objetivos como una oportunidad, y no como una amenaza

Después de todo lo anterior, los miembros del equipo ya estarán en condiciones de fijar sus propias reglas de juego, lo que hemos llamado la Alianza del equipo.

 

 

Como ya te he comentado, el equipo irá sufriendo una evolución a lo largo de su vida.

Continuaremos con el resto de las fases, sus características y factores para hacerlas evolucionar en sucesivas entradas de este blog.

José María Garrido es profesional agroalimentario, consultor y docente. Después de trabajar 24 años como directivo, en la actualidad ayuda al empresario a aumentar el rendimiento consistente de su organización. Leer más...

{"email":"Email address invalid","url":"Website address invalid","required":"Required field missing"}
>