Por José María Garrido

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Mueve tres cosas hacia delante un kilómetro…no cien cosas a la vez un centímetro.

Una de las características de las personas “supuestamente brillantes e intelectualmente curiosas” es que les encanta saltar de un interés a otros… sin haber terminado con el primero. Como al zapatero (Gerris lacustris, llamado “tejedor” en mi pueblo), un insecto acuático que camina por la superficie y no se hunde, a las personas les gusta seguir moviéndose para no meterse demasiado en nada y quedarse atascados (o ahogarse).

No puedo culparles, pero puedo ayudarles.

Ciertamente no solemos abordar las cosas secuencialmente. Es decir, no tienes que esperar para comprar un sofá hasta que hayas cambiado las lámparas, ni tienes por qué esperar para estudiar para el examen de psicología hasta tener los resultados del examen de estadística. No deberías esperar para viajar al Tíbet o estudiar oboe hasta que tus hijos crezcan y tengan un empleo remunerado (o Lhasa estaría aún más aislada y a las orquestas sinfónicas les faltaría un instrumento de viento clave).

Sin embargo, hay un límite de cuántas cosas puedes emprender al mismo tiempo si quieres tener éxito con ellas. Me refiero aquí a grandes proyectos e iniciativas, no a la monótona banalidad de la vida cotidiana. (Los psicólogos te dirán que no emprendas demasiados cambios a la vez, por ejemplo, perder tu trabajo, mudarte de casa, someterte a una cirugía grave y poner a tu pareja sobre una piragua para mandarla río abajo, todo al mismo tiempo).

De ahí que mi propuesta sea que muevas tres cosas serias al mismo tiempo un kilómetro hacia delante, porque así progresarás infinitamente más que moviendo cien cosas a la vez un centímetro.

Y ahora, si añades a esto la filosofía del “bien es suficiente” o “cuando tengas el 80% listo, muévete” que te presenté en este post anterior, anterior, podrás comprobar que esto no es tan desalentador (o frustrante) como podrías temer. No necesitas «perfeccionar» completamente cada uno de los proyectos emprendidos para iniciar otros, pero sí ser prudente, si realmente quieres progresar.

Por ejemplo, si estás tratando de comercializar un nuevo producto, mantén en buena forma tus acciones de marketing, dirígete a tus compradores naturales y diles a todos que sabes lo que estás haciendo. Pero no intentes también, simultáneamente, abordar un nuevo país, sustituir al director comercial, cambiar tu suministro de energía a placas solares y construir una nueva fábrica.

Del mismo modo, si estás intentando aprender a navegar, alquila un bote, contrata a un instructor y asiste a un curso de seguridad marítima. Pero deja en un segundo plano encontrar un mejor espacio en el muelle, buscar un transporte por carretera para la nave o dedicarte a comprar tu propio barco. Tres cosas importantes se pueden hacer al mismo tiempo. Pero todo no se puede, por supuesto.

Si quieres realizar incluso tus sueños más salvajes, tienes que hacerlo bajo control. Diarios, escritorios, oficinas, trasteros y cerebelos están llenos de proyectos abandonados, planes parcialmente perseguidos y sueños incumplidos.

Nadie obtiene mucho crédito por un coche a medio tunear en el garaje, un violín que nunca sale de su funda o los catálogos acumulando polvo para la excursión a Marrakech.

Si quieres progresar, tienes que organizarte para hacer las cosas. Aquí tienes algunos consejos que te pueden ayudar a hacerlo.

· Empieza por el final. Elije un determinado resultado, una fecha de finalización, y planifica hacia atrás colocando metas intermedias. Por ejemplo, si quieres adaptar el trastero a un nuevo uso, asigna una fecha objetivo (1 de mayo). Luego retrocede hasta hoy (1 de febrero). Decide qué tienes que hacer en febrero, marzo y abril (tirar las cosas viejas, repintar paredes, estantes nuevos, puerta nueva, suelo nuevo, etc.). Asigna un tiempo e inversiones en consecuencia. (Como puedes comprobar, obviamente no puedes hacer demasiados proyectos de este tipo a la vez o tu calendario estará repleto).

· Proporciónate recompensas en los hitos. A medida que logras los pasos clave (un capítulo del libro completado, una escala musical interpretada, reservas confirmadas), hazte un regalo: sal a pasear con el perro, vete a la playa, abre una botella de vino, compra un recuerdo, haz el amor furiosamente. (Estas recompensas no compiten entre sí; te puedes otorgar más de una al mismo tiempo).

· Asegura los recursos necesarios. Si necesitas trabajadores, colegas, gremios, tiempo o acceso a la información, arréglatelas para que estén listos cuando tú lo estés. Una de las mayores causas de no avanzar hacia delante es que siempre estamos esperando que pase algo o que aparezca alguien. Es mejor tener el equipo ocupando espacio en el almacén que estar preparado y no tener el martillo a mano.

· Evita las distracciones. Siéntete libre de añadir nuevas y tentadoras ideas en una lista, en un pincho o debajo de un imán de nevera, pero no permitas que estos nuevos proyectos te desenfoquen. Aparte de la enfermedad y las tragedias, todo lo demás normalmente puede esperar.

Piensa: si todo es una prioridad, nada es una prioridad.

Las tres cosas que deseas hacer avanzar un kilómetro son tus prioridades reales. Concédeles ese respeto y la inversión de tiempo y esfuerzo que merecen.

Y a medida que completes una anterior, empieza con otra iniciativa o proyecto importante. Mientras no persigas la perfección sino el éxito, tus problemas y proyectos principales avanzarán, se resolverán y terminarán. Luego puedes añadir otro. Es lo que te mantiene funcionando y así satisfaces tu necesidad de variedad.

Tendemos a permitir que un exceso de cosas pequeñas machaque nuestra pequeña cantidad de cosas realmente grandes. Y sin embargo el progreso y la prosperidad se consiguen encontrando maneras de realizar realmente nuestros objetivos personales y profesionales más importantes.

“La falta de tiempo en realidad es falta de prioridades.” – Tim Ferriss

“La mayoría de nosotros dedicamos demasiado tiempo a lo urgente y no lo suficiente a lo importante.” – Stephen Covey

“Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones en la vida” – Steve Jobs

José María Garrido es profesional agroalimentario, consultor y docente. Después de trabajar 24 años como directivo, en la actualidad ayuda al empresario a aumentar el rendimiento consistente de su organización. Leer más...

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