Si eres Responsable de Calidad alimentaria, estoy seguro de que "esto te suena":
"El otro día, en una reunión de mi empresa , la Directora General me dijo que Marketing y Operaciones era más importante que Calidad y Seguridad Alimentaria..........¿te puedes imaginar...? En fin, ¡¡menudo cabreo que tengo...!!", me escribía Maite (nombre ficticio) recientemente en Linkedin.
"Siento que sólo te ven como un gasto, porque cuando solicitas algo, cosas básicas para trabajar, no suelen aprobarse. Tengo la sensación que en vez de solicitar cosas esté mendigando cosas", era el comentario de Ramón (nombre ficticio).
"Me gustaría que fuesemos un equipo más cohesionado. Estoy intentando que la gente que trabaja se desarrolle más pero es imposible; mi jefe sólo quiere resultados inmediatos: que pase las auditorias, y ya.", me decía Julia hace unos días.
Estoy seguro de que estás frases u otras similares te resultan muy, muy familiares.
Porque estas quejas de Maite, Ramón o Julia son tan frecuentes que se repiten una y otra vez cuando eres Responsable de Calidad alimentaria.
Una y otra vez.
Si eres Responsable de Calidad alimentaria, ¿es ésta tu historia?
Lo tuyo es vocacional, como ocurre con la mayoría de los que trabajamos en el sector agroalimentario.
Desde muy joven quisiste ser profesional agroalimentario, quizás incluso dedicarte a la Calidad alimentaria. Lo tenías claro, y por eso decidiste estudiar para ingeniero agrónomo, ciencia y tecnología de los alimentos, biología, veterinaria o cualquier otra carrera que al final derivara en la industria alimentaria.
Terminaste con buena nota, mejoraste tu inglés (“sin inglés no se va a ninguna parte hoy en día”, te decían) e incluso hiciste algún máster para mejorar tu curriculum.
Conseguiste tu ansiado primer trabajo, quizás en un laboratorio de análisis, y, antes o después, como técnico en una empresa agroalimentaria.
¡Por fin!
¿Tus tareas?
Atender reclamaciones, llevar el "papeleo", rellenar registros y, sobre todo... ¡obtener y mantener el CERTIFICADO (sea IFS, BRC, Globalgap o similar).
Es lo que se entiende por "ocuparse de la Seguridad Alimentaria", ¿no?
Has trabajado con toda la ilusión del mundo, entregando lo mejor de ti, siempre con esa actitud positiva que te caracteriza, y has conseguido algunos éxitos que consideras importantes (¡la Certificación!), pero parece que eres la única que se da cuenta.
Te sientes poco valorada, incomprendida e injustamente tratada, como si no encajaras en esa organización. Cada día intentas volver al trabajo con ilusiones renovadas, pero cada día es más difícil.
Llevas ya unos años, y sientes que tu carrera está estancada. Tantos años estudiando y trabajando duro para estar en esta situación y ganar... ¿algo más de 1.000€/mes?
Lo tuyo es vocacional, pero hoy estás muy desmotivada
La cultura que se respira en la empresa no te gusta. Estás cansada de la frase “las cosas siempre se han hecho así”, y más en un mundo tan competitivo e hiper-cambiante como el actual. Parece que todo el mundo va a lo suyo pero… desde la posición que ocupas es muy difícil cambiar las cosas... o eso parece.
Y aunque la actitud positiva sabes que es fundamental, eres consciente de que no es, ni mucho menos, suficiente.
Y encima... ¡¡eres de las pocas personas de tu empresa con carrera universitaria y máster!!
Pues, ¿sabes qué te digo?
¡Que no eres ningún bicho raro! Porque como te decía antes, el 99% de los Responsables de Calidad agroalimentaria se encuentran en una situación muy similar a la tuya.
Sí. La falta de apoyo y de reconocimiento al trabajo de los/as Responsables de Calidad y Seguridad Alimentaria y el consiguiente desencanto, desmotivación y desilusión de estos profesionales se extiende por nuestras empresas como otro virus, aunque a diferencia del COVID-19, éste viene de lejos y parecería que va a quedarse para siempre...
¿O quizás no? ¿Quizás hay una "vacuna" para el problema de la falta de relevancia de los Responsables de Calidad Agroalimentaria en nuestras empresas?
¿Cuál es la razón para que te hagan tan poco caso?
En España hay unas 29.000 empresas agroalimentarias, de las cuales más del 98% son Pymes (< de 500 trabajadores).
Y te aseguro que más del 90% de ellas tienen en plantilla un Responsable de Calidad alimentaria.
¿Y por qué? Porque en nuestro sector toda empresa que no tenga un certificado de Seguridad Alimentaria simplemente no puede vender: los clientes no le compran. Punto.
Hoy todas las Pymes agroalimentarias se enfrentan en algún momento a un asunto común que resolver; un problema: obtener y mantener el Certificado de Seguridad Alimentaria (IFS, BRC, GlobalGap, etc.).
Cuando el empresario se da cuenta de ello, de inmediato contrata a un Responsable de Calidad para que se ocupe del tema, obtenga y mantenga el certificado (a veces incluso pagando también a una consultora), y le quite de en medio ese asunto.
Por eso y para eso contratan profesionales como tú. Y eso está muy bien porque esa es la razón por la que tienes trabajo.
Obtener y mantener el Certificado es un problema, pero la Seguridad Alimentaria es un incordio para el empresario. Un inconveniente que él no entiende (no ha creado su empresa para “hacer Seguridad”)... aunque sabe que “hay que hacerlo”.
Y por eso te lo deja a ti... y se olvida.
Se olvida del certificado, de la Seguridad Alimentaria... y se "olvida" de ti.
Porque sabe que es obligatorio… pero todo el mundo lo tiene. Porque sabe que si no no le compran, pero cualquiera lo puede hacer y tener.
Y sobre todo, porque no hace que su negocio funcione mejor ni que sea más competitivo.
Ante una realidad así, es un poco complicado pedir que “la Dirección demuestre su COMPROMISO con la Seguridad Alimentaria” (... lo siento pero, entre tú y yo, eso no es más que un “invento” de los auditores y de las Normas en cuestión).
El empresario está (muy) comprometido... ¡con su Proyecto Empresarial!
El empresario está comprometido con todo lo que haga que su empresa sea más competitiva
Una empresa no es una ONG, ni un "grupo de amigos", ni un club deportivo. Una empresa existe para ganar dinero. Y todo lo que no aporte al resultado y a la mejora de la competitividad de la empresa lógicamente no le importa demasiado al empresario. Punto.
Sí, ya lo sé: la inocuidad del producto no es negociable en una empresa agroalimentaria. Es algo que debe conseguirse, que se da por supuesto, y cualquier empresario hoy en día lo tiene claro. Sabe que si un día tiene un problema de Seguridad Alimentaria… ¡"se le cae el pelo"! (bueno, a él y a nosotros...).
Pero tengo que decirte que dedicarte sólo a la Seguridad Alimentaria no va a resolver tus problemas.
Sólo con la Seguridad Alimentaria no vas a llegar muy lejos.
Dedicarte exclusivamente a la Seguridad Alimentaria tiene un doble problema para ti como profesional.
Primero: La inocuidad alimentaria no es medible de una forma claramente objetiva.
Sí, ya sé que - hay muchas analíticas, valoraciones y datos posibles, y que deben seguir estando ahí, por supuesto. Pero todos sabemos que determinar un nivel suficiente en esta materia no es posible, que se puede seguir aumentando la inversión y el gasto hasta el infinito, sin que ello venga avalado por resultados que lo justifiquen. Por eso la empresa decide hasta dónde llegar (gastos, inversiones, mejoras) y se atiene a las consecuencias.
Y ya sabemos cómo va esto de las consecuencias en términos de inocuidad alimentaria: puede que nunca pase nada haciendo las cosas regular, o podemos tener un disgusto haciendo las cosas muy bien; todo es cuestión de probabilidades que, por cierto, tampoco podemos cuantificar.
Por eso, lo habitual es colocar la línea de “suficiente” en el mantenimiento del certificado correspondiente. Y olvídate de más inversiones.
Y segundo (...y esto es lo más importante): no aporta ventajas competitivas a la estrategia del negocio.
Sí, es imprescindible, no es negociable, y por eso todo el mundo lo aplica ya. Pero tener mayor o menor nivel de seguridad no aporta ventaja competitiva a la empresa, no la hace más elegible por el cliente o el consumidor. Si no la gestionas, simplemente no te compran y no sobrevives; pero si la tienes, las ventas no aumentan por ello, no aporta diferencias frente a la competencia, y desde luego no disminuye los costes; más bien todo lo contrario.
¡Esto es lo que hay!
Si tu trabajo se centra en exclusiva en gestionar la seguridad alimentaria de tu empresa estás haciendo algo imprescindible (por eso tienes trabajo), peeeero...
- haces algo que no es medible, ni su incremento o decremento son claramente justificables: se basan en la fe; y
- tu trabajo no sirve para mejorar la competitividad de tu empresa, cosa que, hoy en día más que nunca, es clave.
Y además, ¿qué valor diferencial aportas tú frente a otros profesionales que pueden hacer ese mismo trabajo?
¿Cómo puedes defender que tú eres un/a Responsable de Calidad alimentaria valioso/a, cuando hay muchos colegas tuyos capaces de obtener certificados IFS?
...Y no me digas que tú sabes mucho de tu producto, porque eso se aprende en 6 meses...
Como responsable de seguridad alimentaria en exclusiva, simplemente cumples cuando certificas y renuevas el certificado, pero debes reconocer que, limitado a ello, tu trabajo es bastante poco relevante para la empresa y para el empresario.
Analiza sinceramente lo siguiente: ¿Qué hace, para qué sirve, y cómo impacta en el negocio (euros)…
- un vendedor
- un comprador
- un financiero
- uno de mantenimiento
- .......?
Pero muy poca gente tiene claro lo anterior al referirse a "la/el de Calidad":
- ¿Responde a reclamaciones?
- ¿Atiende auditorías?
- ¿Establece normas incómodas?
- ¿Nos exige rellenar "papeles"?
Sí, ya sé que alguien debe hacerlo (yo también lo he hecho toda mi vida, te lo aseguro), pero responde sinceramente:
Todo eso, ¿para qué sirve en términos de que la empresa...
... mejore su rendimiento... sea cada vez más robusta... y aumenten sus resultados?
Lo siento, pero debes reconocerlo: en realidad, tu trabajo aporta poco más que el de un administrativo, y por eso tu reconocimiento y tu salario es poco mayor que el de un administrativo (con todos mis respetos para los administrativos).
¿Qué puedo hacer para ser una Responsable de Calidad alimentaria respetada y reconocida... y conseguir mis objetivos?
O dicho de otro modo, ¿qué puedes hacer para que tu trabajo aporte el máximo valor como para que aumente tu estatus... y tu salario?
La respuesta es que tienes que reinventar tu trabajo bajo una premisa: resolver necesidades y problemas de tu empresa de los que nadie más se ocupa.
Y para ello tienes que empezar con un profundo cambio de chip, y por eso te lo voy a escribir en grande:
Los profesionales estamos para resolver problemas a nuestros clientes
Y en tu caso, tu “cliente” (quien te paga) es TU EMPRESA.
Tú auténtico futuro está en resolver problemas de tu empresa. Es decir:
- no estás sólo para “hacer lo que te manden” (ser reactiva),
- sino que debes tomar la iniciativa, detectar problemas… y resolverlos (ser proactiva).
Porque... vamos a ver...
Pensando en tu empresa, responde con un SÍ o un NO a las siguientes preguntas:
Si has respondido “Sí” a alguna de estas preguntas, en tu empresa hay cosas importantes que solucionar.
Y ahora ya estoy oyendo tu pregunta:
¿Y estoy yo capacitado/a para resolver esos problemas?
Pues mi respuesta es un rotundo SÍ.
Tú tienes una formación, un conocimiento y -sobre todo- unas capacidades que estás infrautilizando y malgastando centrándote exclusivamente en preparar auditorías y renovar certificados ("lo que te mandan") cuando tu empresario y tu empresa tiene una enorme cantidad de problemas (ahí arriba sólo te he puesto algunos ejemplos) que nadie afronta ("lo que debes detectar y resolver") y que su solución tiene ¡un valor enorme!
Y te lo voy a demostrar ahora mismo.
Vamos a ver si cumples con las siguientes características.
¿Has sido capaz de establecer un Sistema de Gestión de la seguridad alimentaria en base a una norma?
Eso quiere decir que eres capaz de planificar y de establecer sistemáticas documentadas.
¿Has coordinado su implantación y certificación con todos los responsables de departamentos?
Eso quiere decir que tienes capacidad de Liderazgo.
¿Has dado formación y tienes cercanía y confianza con los operarios e incluso con los mandos intermedios?
Pues tienes vocación hacia las personas, y sabes lo importantes que son.
¿Analizas las necesidades de los clientes y atiendes sus reclamaciones?
¡Ahí tienes tu orientación al cliente!
¿Manejas datos e indicadores fiables y objetivos?
Conoces el valor de la toma de decisiones basadas en datos.
¿Sabes analizar los problemas que surgen, y estableces determinadas soluciones?
Pues conoces las bases de la mejora continua.
¿Sabes TOOOODO lo que se puede hacer con estas capacidades que atesoras?
¿Eres consciente de que esas capacidades, bien enfocadas y aplicadas a resolver muchos de los problemas que tiene tu empresa, podría cambiar radicalmente tu vida profesional y permitirte conseguir el reconocimiento, el estatus y el trabajo de tus sueños?
Es decir:
1. En tu empresa hay una enorme necesidad de cambio.
2. ¡Y tú puedes ser ese Agente de Cambio!
Tu futuro profesional depende de ti
Supongo que eres muy consciente de que estamos viviendo un auténtico CAMBIO DE ÉPOCA.
Y tengo que decirte que, a partir de ahora, las cosas van a ser muy diferentes.
Porque...
Definitivamente estamos solos, y hoy es más importante que nunca que los profesionales encontremos por nosotros mismos las formas más adecuadas de ganarnos la vida, de construir nuestro futuro, y de ponernos en marcha para conseguir nuestros sueños.
Nadie va a venir a salvarnos: ni el gobierno, ni los sindicatos, ni tampoco las empresas.
Sólo hay una persona que puede ayudarte, y esa eres TÚ.
Esta es la auténtica autoayuda: la de ser capaz de encontrar el modo de ganarte bien la vida y de ser feliz con esta maravillosa profesión que has elegido que no es otra que la de ser profesional agroalimentaria/o.
Puedes aprovechar las capacidades y la experiencia que tienes en tu mochila para darle un giro radical a tu situación, para reinventarte profesionalmente como Responsable de Calidad alimentaria centrándote en identificar y resolver muchos de los problemas que tiene tu empresa y de los que nadie se ocupa.
Eso te proyectará profesionalmente, te hará diferente (más elegible en el mercado) y te permitirá obtener el reconocimiento, el nivel y el salario que sabes que es el adecuado y justo para ti.
Así que, ponte en acción y empieza a cambiar tu situación con un objetivo claro de futuro...
... o sigue quejándote y seguirás siempre igual... o incluso peor.
¿Y por dónde empiezo?
Tienes que empezar por hacerte un autoanálisis y realizar tu propio autoconocimiento para detectar quién eres, cuáles son tus capacidades y clarificar tus objetivos.
En segundo lugar, tienes que hablar con tu jefe (empresario, gerente o director general), convencerle de que tú eres la persona adecuada para solucionar muchos de los problemas que atenazan a su organización y obtener su apoyo.
Y finalmente... ponerte a trabajar con ese nuevo horizonte en mente y aplicar todo lo que sabes en territorios que realmente aporten valor a tu empresa.
Y para ayudarte, aquí tienes un ebook que, aunque vale su peso en oro... ¡TE LO REGALO!
Hola José María,
He leído tú en enlace a tu blog: Responsable de Calidad alimentaria: Cómo conseguir el reconocimiento de tu jefe y disfrutar del trabajo de tus sueños
Estoy de acuerdo con lo que comentas, y aunque dudaba en hacer visible mi caso, finalmente expongo mi experiencia, aunque no quiero desanimar a nadie, si no en confirmar que el caminos que indicas el el camino a a seguir en ese camino. Creo que hay actuar como comentas, y espero que haya empresarios que valoren de verdad ese trabajo de forma constante y continuada.
Son varios los años en los que he trabajado en gestión de calidad. Soy una persona reflexiva, muy trabadora y con gran capacidad de anticipación y mejora.
Además de los trabajos típicos:
– Actualizar certificados de calidad BRC IFS con auditorias no anunciadas, y otras certificaciones. Manteniendo la seguridad alimentaria y todo lo que ellos conlleva
– Otros tareas prevención de riesgos laborales (que en las pequeñas empresas también asumimos calidad)…
También desarrollé otros que cambios la forma de trabajar de la empresa que afectaron a la cultura y formas de hacer del conjunto de la organización
– Mejoras – trabajo en equipo: Crear una mejora en la convivencia de mis compañeros, mediante una dinámica de equipo. Reuniones internas para darles la solución lo más rápida y eficientemente posible entre el personal implicado, y solo involucra a otras en casos cuando así se decía, por buscar otros puntos de vista y / o si no se llegaba a un acuerdo.
– Dirigía reuniones de jefes de departamento y Gerencia para ser más competitivos y anticiparnos, ya que además de trabajar con indicadores objetivos , en donde se alcanzaban mejoras en cada área realistas (no solo para pasar una auditoría), nos enfrentábamos y dábamos solución para retos presentes y futuros, que mejora calidad/ precio de productos, optimación de gestión de pedidos. Todos ellos involucraban al personal, procesos, y trajeron cambios que se podían cuantificar con mejoras económicas…
– Comunicación: Realizar charlas de formación con los trabajadores aportaban mejoras a la empresa… Les hacía formar parte de la empresa, y se mantenía una comunicación directa.
Como se puede ver coincido con las directrices, es el camino que he seguido durante mi experiencia laboral. Ser más proactiva, y mirar cómo solucionar los problemas de la empresa con una visión global interdepartamental, tomando decisiones entre los otros compañero y departamento, y hacérselas visibles cuando procedan al gerente. Buscar puntos de mejora en el departamento de calidad y en los demás, ya que ayudar a mejorar otros departamentos ayudan a calidad directa e indirectamente. Se trata de un esfuerzo constante, que muestra un valor añadido que involucra a toda la empresa.
Mi forma de trabajar siempre ha sorprendido, aporto algo más de los habitual (no me limito a las funciones “establecidas”), y me involucro en todo lo que hago, participo, colaboro y soy muy crítica y clara, lo demuestro con números y hechos.
Sin embargo, con el tiempo, por razones ajenas, en mi caso eso cambió, me refiero a la valoración de ese trabajo, tal vez, normalicen ese trabajo. He trabajado para analizar la situación, incluyendo conversaciones directas y claras para volver a revitalizar esa valoración inicial. Pero es complejo, e incluso suelen indicar frases como: “lo bueno lo damos por hecho, solo te vamos a indicar lo malo”, “eso lo haces porque quieres, nadie te ha mandado hacerlo…”
Considero que son mensajes de autodefensa, tal vez estén más interesados en otros aspectos (problemas económicos… y otros) y/o se cansan de escuchar críticas de calidad, que son necesarias y que permiten la evolución. Y entiendo, que estos mensajes creen frustración e impotencia a quien las reciba, y muchas personas obtén por tirar la toalla.
A calidad se le considera un departamento que molesta, aunque saben que es muy necesario. Cuando se cansan y quieren cambiar algo, les es más sencillo es sustituir a una persona, en lugar de analizar lo que realmente está fallando.
En resumen, aunque el blog das pautas que creo que deben seguirse, desgraciadamente no garantiza el éxito. Dependen de que se den una serie de circunstancias: como se involucra Gerencia, dinámicas de empresa…. y es fundamental el papel que jugamos y como nos involucrados – lo defendemos. Son trabajos que siguen sin ser muy valorados, y requiere un esfuerzo muchísimo mayor que otros puestos para obtener una valoración equivalente (producción, ingenierías, marketing…).
Hay que sentirse orgullosos con el trabajo que realizamos, pero la realidad es muy compleja. Hay que avanzar, adaptarse, mejorar y buscar el lugar donde nos valoren y sepan exprimir nuestro potencial.
Por mi parte espero que los todos los componentes de la empresa, incluida Gerencia, dejen los modelos muchas veces obsoletos de etiquetar a las personas / puestos solo por la categoría / departamento que tengan asignado. Y sigan esta mismas pautas y se tenga una visión más global, y valoren los trabajos, a las personas por el valor que aportan a la empresa, y trabajen en el potencial que las personas que lo componen pueden aportar en la mejora de los productos y en la propia empresa.
Con todo lo que me dices, Beatriz, no haces más que corroborar lo que digo en el post.
– Amas tu trabajo; tienes vocación.
– Tienes capacidades y habilidades.
– Tienes buena intención.
Peeeero…. no las estás canalizando bien.
Una cosa es el ESFUERZO y otra muy distinta APORTAR VALOR real, resolver problemas DE VERDAD, en hacer que la empresa sea MÁS COMPETITIVA.
Yo no conseguí lo que conseguí a base de «buenismo», dicho con todos los respetos.
Sí, Beatriz, se trata de EUROS, porque en una empresa NO HAY OTRO LENGUAJE.
Y no se trata de hacerlo por tu cuenta (eso es asumir un rol que no te corresponde): se trata de que EL JEFE SE INVOLUCRE EN ELLO.
Finalmente, lo que estoy defendiendo es que NOSOTROS podemos hacer mucho por generar ese cambio de cultura en nuestras organizaciones, precisamente en base a nuestras capacidades y competencias. Y donde mejor lo explico (o al menos eso pretendo) es en esta página: https://bit.ly/3mmM9lq
Muchísimas gracias por enriquecer el contenido del post con un comentario tan jugoso y tan bien trabajado, Beatriz.
Un fuerte abrazo.