Por José María Garrido

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Recientemente, un empresario agroalimentario con el que estoy colaborando con el ambicioso objetivo de transformar su organización y orientarla hacia el futuro, me preguntó si creía que debíamos incluir a su responsable de Calidad en el incipiente Comité de Dirección que acabábamos de poner en marcha. Mi respuesta fue clara: “¡Rotundamente, no… por el momento!”.

Mi cliente se quedó sorprendido, ya que esa afirmación venía de boca de un profesional ( o sea, un servidor) que, independientemente de haber desarrollado otras responsabilidades, había estado 24 años como directivo de empresas agroalimentarias, siendo Director de Calidad, y participando en los Comités de Dirección ininterrumpidamente durante todo ese tiempo.

Por supuesto, le debía una explicación. El Comité de Dirección recientemente constituido estaba conformado, además de por él mismo, por el Director Comercial, el Director de Producción, la Directora Administrativo-Financiera, y el Director de RRHH. Las cursivas pretenden indicar que todos ellos todavía son, por el momento, jefes de departamento, aunque una de las acciones de fondo que estamos desarrollando es, precisamente, ayudarles en el camino para pasar de jefe de departamento a directivo. Pero todos ellos ya tienen definidos perfiles de responsabilidades propios de los directores operativos. Sin embargo, el responsable de Compras (otro puesto destinado a pertenecer al Comité de Dirección) y la responsable de Calidad no están claros por el momento.

En el caso de la responsable de Calidad, la razón fundamental es que su papel en la organización se limita a las tareas de Seguridad Alimentaria (sobre todo mantenimiento de certificaciones), lo que hace que, en realidad, sea una responsable de Calidad irrelevante.

Si leíste esa entrada, te decía que seguramente tu empresa y tu Gerente tienen muchas carencias, muchas necesidades. Eres un profesional cualificado, que amas tu profesión y la sientes (o la llegaste a sentir en sus inicios) como un trabajo vocacional. Tienes capacidad y posibilidades serias de aumentar muy significativamente tu aportación de valor a tu organización.

Y prometí darte unas pautas sobre qué cosas podrías (¿o deberías?) hacer para conseguirlo.

En este mismo blog tienes esta entrada, ésta otra, o  esta tercera con un montón de ideas para conseguirlo. Pero hoy vamos a ir más allá, mucho más allá, porque vamos a mirar al inmediato futuro que tenemos frente a nuestras narices.

Así pues, ¿quieres conseguir aportar valor a tu organización de manera significativa? ¿Quieres ganarte con nota el derecho a pertenecer al Comité de Dirección de tu empresa?

¿Quieres convertirte en un Director de Calidad relevante?

¡Pues vamos a ello!

 

La actitud de un buen responsable de Calidad

Lo primero de todo es que recuperes el amor por tu trabajo. Debes bucear en tu interior y volver a conectar con aquel profesional ilusionado del principio, incluso de tus tiempos universitarios, cuando estabas convencido de que esa vocación hacia la Calidad en el sector agroalimentario te iba a permitir hacer cosas realmente importantes.

Debes revisar tu actitud, y descubrir en ti mismo lo mucho que tienes para dar a tu organización. Márcate metas. Sé ambicioso y empieza a soñar.

Coge un papel y sitúate en dentro de, digamos 5 años. Imagínate que estás escribiendo un artículo para una revista de renombre en la que te han pedido que describas quién eres en la organización, cómo te relacionas con tus compañeros, el reconocimiento que has obtenido por parte de tu jefe (el empresario), el tono de las reuniones del Comité de Dirección al que perteneces, y cómo tu empresa ha crecido en base a tus aportaciones.

No hace falta que definas las cosas que has hecho en concreto, o las responsabilidades que tienes en ese momento. Limítate a describir tu realidad, y cómo disfrutas de todo ello.

 

Las características de partida

Hagamos un repaso de tus cualidades actuales. De esas habilidades que, aunque no luzcan mucho de puertas para afuera, tú sabes muy bien que las tienes dentro de tí.

Conocimientos técnicos de Gestión de la Calidad

  • Eres capaz de tomar una norma de referencia (IFS, BRC, ISO 22000, ISO 9000) y desarrollar procedimientos, reglas y criterios aplicables a tu propia organización.
  • Sabes mucho de seguridad alimentaria, pero también conoces muy bien tu producto desde el punto de vista técnico.
  • Controlas actividades propias de la Gestión de la Calidad: manejo de indicadores, realización de auditorías, reclamaciones, acciones correctivas y preventivas, control de no conformidades, revisión de sistemas por la dirección, realización de informes, creación de especificaciones, etc.

Orientación al cliente

  • De manera más o menos profunda tienes contacto con el cliente, conoces sus problemas, sus exigencias, e incluso sus necesidades
  • Sabes comunicarte con él: le entregas documentación, das respuesta a sus requisitos, gestionas reclamaciones

Transversalidad

Eres de las pocas personas que tiene una mirada realmente transversal de la organización, aunque sólo sea desde el punto de vista del producto: trabajas con materias primas, con los procesos de fabricación, con las valoraciones de los productos terminados, con la evolución del mismo hasta la fecha de caducidad.

Integrador/bisagra

Sabes manejarte con las personas, y personas de diferentes cualidades y niveles, desde el gerente al operario, pasando por los mandos o los técnicos. De compras, de fabricación, de comercial o de administración. Nadie más en tu organización tiene una visión tan amplia como tú. Preparas formación para operarios, trabajas con los mandos de producción o de mantenimiento, interactuas con los clientes o los proveedores.

Flexible, adaptativo, orientado a la mejora

Eres consciente de que las cosas deben mejorar, necesitas trabajar en equipo, siempre estás queriendo resolver problemas, y eso quiere decir que eres flexible y estás orientado al cambio.

 

Fíjate: eres de las pocas personas de la organización que es capaz de combinar en su trabajo enfoques hacia:

  • la técnica
  • las personas
  • la ciencia, y
  • el humanismo, que te orienta a trabajar para que las personas se sientan bien, o sea:
    1. el cliente
    2. la sociedad (sostenibilidad)
    3. el empleado
    4. los compañeros, y
    5. el jefe

Tu nueva realidad multifunción está ahí, delante de ti

Con todo lo anterior tenemos mucho que hacer, mucho que construir. Veamos.

Territorio extendido: coordinación de sistemas de gestión y RSE

Estamos hablando de Calidad como motor del desarrollo de las personas, la competitividad de la organización y la mejora de la sociedad.

Ese territorio extendido que abarca la integración de sistemas de gestión de la Calidad (ISO 9001), la Seguridad Alimentaria (IFS/BRC/ISO 22000), la Gestión Medioambiental (ISO 14001), la Seguridad y Salud (la clásica OHSAS 18.001 o la nueva ISO 45001). No estamos hablando de perseguir más certificados, sino de desarrollar sistemas que resuelvan unos cuantos de los problemas y necesidades de tu empresa, que ya todo el mundo empieza a dar por hecho.

¿Has empezado ya con este trabajo?

Porque de aquí a ser el coordinador interno de la Responsabilidad Social Empresarial (un “must” hoy en día) hay un pequeño paso

ISO 9001 y Gestión de Procesos

Una de las herramientas más potentes y al mismo tiempo más despreciadas en el sector agroalimentario. En esta entrada puedes encontrar algunos de sus beneficios, desde mi punto de vista

Debes actuar como motor interno de la gestión de procesos transversales para mejorar la comunicación y la eficiencia interna. Todo un clásico de la Gestión de la Calidad que no tiene fuerza en la empresa agroalimentaria por el error de haber abandonado ISO 9001 (¡hablo de su gestión y utilización, no necesariamente de su certificación!) en beneficio de las normas de seguridad alimentaria.

Tu nueva función será la de formar y dar soporte a los propietarios de los procesos. ¡Toda un abanico de posibilidades en beneficio de tu organización!

Y además…¡cógete la nueva ISO 9001:2015 y exprímela en todos sus contenidos!

La voz del cliente y experiencia del cliente

La evolución natural de Calidad es la experiencia de cliente.

No estamos hablando de suplantar la actividad del Departamento Comercial o de Marketing, ya que las funciones de ambos son vender. Se trata de analizar el impacto de todas las actividades de la empresa en el cliente, y traducirlas al interior de la organización. Los comerciales y técnicos de marketing están mirando desde la empresa hacia afuera. Tú tienes una oportunidad de oro para mirar desde fuera hacia la empresa.

Me refiero a recoger TODA la opinión del cliente (desde Comercial, encuestas, web, Redes Sociales, etc.) y sacar conclusiones para implementar acciones internas. Se trata de:

  1. la mejora de procesos críticos con visión Cliente, y
  2. el sello de calidad en el lanzamiento de productos, desde parámetros de Cliente.

¡Elévate desde la clásica gestión de reclamaciones, y vete mucho más allá!

Dominar las herramientas de mejora e innovación

Si la transversalidad y la mejora están en tu ADN, eres el mejor candidato para gestionar esa mejora e iniciar el camino de tu organización hacia la innovación. Y no me refiero al lanzamiento de nuevos productos (2.0), sino a una innovación aplicada al conjunto de la empresa, sistémica: procesos, organización, cultura, comunicación, etc. (3.0), y de ahí hacia la innovación aplicada a toda la cadena de suministro (proveedores, empresa, clientes), o 4.0.

Estoy hablando de impulsar y gestionar el cambio y la transformación. Nada menos. Porque gestionar el cambio significa sistematizarlo (en procesos y productos), algo en lo que tú eres un experto. ¿A que sí?

Despliegue de la estrategia

Sí, la estrategia hay que formularla, desde el análisis de nuestras fortalezas y oportunidades, identificando lo que nos hace diferentes de la competencia y potenciándolo para dar más valor añadido. Pero el gran reto siguiente es su despliegue hasta el último rincón de la organización. Con ello obtendremos coherencia en las diferentes actividades y en el trabajo diario de todas y cada una de las personas.

Tú tienes mucho que decir y hacer en este tema, desde tu visión transversal (de nuevo) del negocio, que es tu gran arma.

Y si a todo lo anterior le añadimos tus opciones como generador de cultura (de Calidad), como facilitador para todas las áreas, y como experto en manejo (diseño, definición, aplicación, medición) de indicadores y KPI’s para el conjunto del negocio,  estamos perfilando la figura de un auténtico Q-Líder.

 

Un rol con futuro: El Q-Líder

El futuro ya está con nosotros. Globalización, revolución tecnológica/robotización, hiperconectividad, cambio digital.

Tu organización, da igual si es grande o pequeña, necesita que seas un líder comunicador, dinámico, flexible, empático, consejero e inspirador. Un líder capaz de:

  • fomentar/coordinar la innovación y la creatividad;
  • gestionar el miedo y el vértigo;
  • ser flexible, no burocrático;
  • estar en formación permanente;
  • gestionar el conocimiento y la diversidad;
  • procurar un ambiente saludable, y
  • ser digital.

¿Crees que hay alguien más en tu empresa capaz de enfocarse de esta manera? ¿No notas en tu interior el pálpito de tu auténtica aportación de valor? ¿Crees que se va a permitir que alguien así, no sólo pertenezca al Comité de Dirección, sino que se convierta en su dinamizador y revulsivo?

En resumidas cuentas:

¿Te atreves a transformarte en un Director de Calidad relevante?

Sé que todo lo anterior no es sencillo, pero nadie dijo que lo fuera. Por ahí arriba te animé a soñar. Aquí tienes un norte al que dirigirte. Una visión para tu puesto de trabajo, o mejor aún, para tu propia valía como profesional.

Tienes por delante un camino de crecimiento y desarrollo por recorrer. Y los grandes retos empiezan por dar el primer paso, y después el segundo, y así todo el tiempo. Con energía, con convicción, con trabajo y con perseverancia, quizás la competencia más característica de los auténticos profesionales de la Calidad:

“Nada en el mundo puede reemplazar a la perseverancia. Ni siquiera el talento; no hay nada tan común como los hombres con talento que fracasan. Tampoco el genio; los genios sin recompensa constituyen lo habitual. La formación tampoco; el mundo está lleno de inútiles muy preparados. Sólo la perseverancia y la determinación son omnipotentes. El lema ‘INSISTE’ ha resuelto y resolverá siempre los problemas de la raza humana.” Calvin Coolidge

 

Si quieres más información sobre estos contenidos puedes obtenerla en esta otra entrada del blog, o visitar la página de la Asociación Española para la Calidad-AEC.

José María Garrido es profesional agroalimentario, consultor y docente. Después de trabajar 24 años como directivo, en la actualidad ayuda al empresario a aumentar el rendimiento consistente de su organización. Leer más...

    • Muchas gracias, Lorenzo. Me alegro que el artículo te haya gustado.
      En estos momentos estoy en plena fase de desarrollo de un programa formativo para ayudar a responsables de Calidad agroalimentaria a desarrollar y poner en práctica en su empresa éstas y otras cualidades.
      Te invito a suscribirte al blog para mantenerte informado de sus características y lanzamiento.
      Un cordial saludo.

  • le leo y me quedo estupefacto, gracias a profesionales como usted, los responsables de calidad tienen la fama inmerecida que tienen y no les valoran nada su trabajo…

    • Siento que no compartas el punto de vista del artículo, que lo único que pretende es, precisamente, animar y orientar a los Responsables de Calidad de nuestras empresas para que aprovechen la oportunidad que tienen en su mano de posicionarse como actores fundamentales de un cambio necesario en las organizaciones.
      Muchas gracias por tu comentario, Perry.

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