Juan Miguel Floristán, Director General de Florette Ibérica entre 2001 y 2020, ha recibido estos días (en concreto el 10 de septiembre de 2021) el I Premio al Directivo del Año que otorga DN Management, plataforma de Diario de Navarra, y la Asociación para el Progreso de la Dirección con el patrocinio del Gobierno de Navarra, Caixabank y Lexus.

Sin embargo, en mi fuero interno no puedo evitar sentir que ese premio era otorgado, al alimón, a quienes fueron mis dos jefes durante mis 24 años de trabajo en la empresa agroalimentaria: José Javier Muguerza y Juan Miguel Floristán.

Ambos, tan diferentes y al mismo tiempo tan complementarios, marcaron mi carrera profesional… y mi vida.

José Javier, en Vega Mayor (1990-2000)

La viva imagen del emprendedor, del empresario «de raza».

1.- El espíritu emprendedor. Fue quien tuvo la Idea, quien buscó a los inversores, quien conformó su equipo, hizo el plan de empresa, tomó las decisiones iniciales y marcó el rumbo y el marco general de actuación. Con rapidez y decisión. “Si este proyecto no me sale bien, tiraré la toalla definitivamente”, llegó a comentar en una ocasión.

Aunque yo nunca le creí. Porque su inquietud, su análisis constante de las nuevas oportunidades, la búsqueda de nuevas opciones de negocio o el arranque de nuevos proyectos dentro del proyecto principal, fue una constante durante todo su tiempo como máximo dirigente.

En muchas ocasiones, su capacidad para generar ideas, nuevos productos, nuevas líneas de aprovechamiento de los medios disponibles, superaba con creces tus posibilidades de asimilación y puesta en práctica operativa: debías pensar y actuar muy rápido con JJM. Parecía como si nunca descansara, como si nunca parara de pensar; desde las 7 de la mañana en el coche entre Pamplona y Milagro, hasta la 8 de la tarde, ya de nuevo en Pamplona. Yo estoy seguro de que su cabeza nunca dormía: ¡seguía despierta durante la noche!

Al mismo tiempo, siempre estaba abierto a tus planteamientos y propuestas: nuevas ideas, nuevas técnicas, nuevos enfoques, nuevas herramientas… o nuevos paradigmas de gestión. Era un placer sentarte con él a comentarle tus últimas reflexiones sobre esta forma o aquella de hacer las cosas.

2.- El Liderazgo. En el caso de JJM, ese paquete emprendedor iba envuelto en una capacidad de liderazgo admirable, yo diría casi de manual:

• Valor inquebrantable.
• Autodominio, a pesar de un inevitable carácter fuerte.
• Ética, nobleza y justicia aplicadas a las decisiones y actuaciones.
• Capacidad de decisión, ¡mucha capacidad de decisión!
• Voluntad y deseo de asumir plena responsabilidad.
• Alergia a «los focos».

¡¡El líder perfecto para aquella época!!… en la que había que poner en pie un proyecto empresarial pionero, innovador y que resultó ser apasionante.

Tal es así que a lo largo de estos años no he podido evitar escribir artículos sobre Vega Mayor con el único ánimo de clarificar mis sensaciones, poner en orden las ideas y no dejar que aquella experiencia se perdiera en el recuerdo.

Así que, si quieres saber más de mi punto de vista sobre todo aquello, aquí te dejo unos artículos:

1. «Hijo mío, con esto no te vas a ganar la vida».
2. Vega Mayor: Las claves estratégicas de un éxito empresarial:
   1. La idea (I)
   2. El Propósito (II)
   3. Los Principios (III)
   4. Oportunidades (IV)
   5. Amenazas (V)
   6. Debilidades (VI)
   7. Fortalezas (VII)
3. La IV Gama, bajo mi piel.

Juan Miguel, en Florette (2001-2015)

Juan Miguel, Director Financiero, compañero de emprendimiento y mano derecha de José Javier en Vega Mayor, Director General de Florette Ibérica desde 2001.

Un tiempo de conexión con la nueva propiedad, de crecimiento exponencial, de creación de una marca, de generación de la multifábrica, de consolidación de un proyecto increíble, en suma.

¡Y Juan Miguel fue el líder perfecto para aquella nueva época!

• Templanza extraordinaria;
• Control y gestión;
• Equilibrio entre la estandarización de lo recurrente y la generación de ambiciosos proyectos nuevos;
• Ética, valores, respeto exquisito por la legalidad;
• Sencillez y calidez humana;
• Mano izquierda para afrontar los problemas;
• Paciencia y foco;
• Alergia a las estridencias.

Y los dos, José Javier y Juan Miguel, Juan Miguel y José Javier,

• buen humor, simpatía y comprensión;
• personalidad agradable (¡caían bien a todos!);
• enorme humildad (siempre queriendo aprender),
• discreción enorme….
• y cooperación y trabajo en equipo ¡MUCHO EQUIPO!

¿Te imaginas tener jefes así?

Pues yo los tuve.

Dos mentores de alto nivel.

Dos empresarios descomunales.

Dos referentes para el resto de mi vida.

Y por eso me siento…

… enormemente AFORTUNADO…
… y AGRADECIDO para siempre.

¡¡MUCHAS GRACIAS, José Javier/Juan Miguel… Juan Miguel/José Javier!!

* Imágenes obtenidas de la galería de DNManagement